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Entrevista a Yoshihiko Ueda

Yoshihiko Ueda nació en Hyogo (Japón) en 1957. A pesar de ser conocido mayoritariamente en su país por su fotografías publicitarias, tiene también una obra personal muy extensa y original. Ha publicado 28 series fotográficas y ha recibido numerosos premios como el Tokyo Art Directors Club Grand Prix, el New York Art Directors Club Photography Award and el Cannes Lions International Advertising Festival Silver Prize for Graphic Design. Su portfolio merece una visita.

Yoshihiko

De su trabajo publicitario en 1992

Tienes un portfolio muy variado y extenso. En él podemos encontrar retratos de celebridades, fotografías familiares e íntimas y reportajes publicitarios. ¿Cómo es compaginar la fotografía publicitaria con tus proyectos artísticos? ¿Te estás centrando más en alguna de las dos actualmente?

Quizá suene un poco raro pero para mi todo forma parte de un único hilo en mi práctica fotográfica. Ahora mismo mi trabajo está centrado en las fotografías pertenecientes a mi proyecto personal Materia. Comencé fotografiando bosques, y he seguido con ríos y con el mar, la forma del proyecto ha ido cambiando constantemente a lo largo del mismo.

Alguna vez has mencionado la gran influencia que ejerció sobre ti la obra de Robert Mapplethorpe. ¿Podrías contarnos cómo fue la experiencia de retratarlo?

Eso fue hace mucho tiempo. Creo que sucedió cuando yo tenía veintitantos. Por aquella época la obra de muchos fotógrafos estaba influenciada de alguna manera por Robert Mapplethorpe, tan fuerte fue su influencia como fotógrafo. Pero ahora estoy en la cincuentena y si tengo que decir si sigue teniendo influencia sobre mi obra fotográfica, la respuesta es no.

Creo que lo retraté hace 27 años. Estaba entusiasmado. Él estaba ahí parado, tranquilamente, frente a mi cámara, sus ojos claros mirando directamente a la lente; parece como si fuera ayer.

robert mapplethorpe

Retrato de Robert Mapplethorpe, 1986 

Dentro de tu obra podemos encontrar dos proyectos basados en bosques: Quinault (1990-1991) y Materia (2012), ambos separados por una década. “Creo que fotografié el bosque como una «fuerza», una «energía», algo completamente diferente a fotografiar un escenario». Esta afirmación tuya respecto a lo que sentiste fotografiando Quinault, ¿podría aplicarse también a tu proyecto Materia?

Pretendo continuar con el proyecto Materia, que empezó hace 20 años con Quinault, fotografiando el bosque como algo viviente. La palabra materia viene del latín y se refiere a la energía de la cual nace la vida. Empecé fotografiando bosques y he continuado con ríos y durante este año, con el mar. Pero la esencia no ha cambiado: una búsqueda para descubrir y expresar la fuerza de la vida a través de la fotografía.

QuinaultDe la serie Quinault

Después de leer tus declaraciones sobre proyectos como Amagatsu o Quinault, me da la sensación de que muchas de estas series vinieron a ti por una fuerza inexplicable, como si estuvieses destinado a hacerlo. Pocos fotógrafos consiguen esa unión espiritual con los sujetos de sus proyectos. ¿Podrías hablarnos un poco sobre de qué manera te influyen todas estas sensaciones a la hora de fotografiar?

En general, creo que se trata de gozo. Y ese gozo surge de la capacidad de estar frente al mundo y abrir el corazón y la mente a sentimientos como el miedo y la felicidad; sentimientos a los que la gente se expone cuando entran en contacto con el flujo invariable e intacto de ese origen, esa belleza y sublimidad que no pueden expresarse mediante palabras.

Materia

De la serie Materia

A nivel individual ha habido dos o tres muestras tuyas en Europa y América, ¿verdad? ¿Por qué crees que tu obra personal no es excesivamente conocida fuera de Japón?

Sí, es verdad.

No sé porqué motivo mi obra no es muy conocida en el extranjero. Quizás uno de los motivos es que no tengo ningún socio que promocione mi obra a nivel internacional. Y tampoco he dedicado mucho esfuerzo a favor de que mi obra sea vista en el extranjero.

¿Qué opinas de la fotografía asiática actual?

No suelo prestar mucha atención al trabajo de otros fotógrafos, así que no sé mucho sobre fotografía contemporánea en Asia.

¿Podrías adelantarnos algo de tu próximo proyecto?

Como he dicho antes, sigo haciendo fotografías para la serie Materia. Y estoy preparando Materia River y Materia Sea para su inminente exposición esta primavera en Tokyo.

Shimae

De la serie Shimae

Puedes leer la entrevista original en inglés aquí.

Interview with Yoshihiko Ueda

Yoshihiko Ueda was born in Hyogo (Japan) in 1957. Even though he’s a well-known advertising photographer in his country, he also has an original and vast personal work. He has published 28 collections of photographs and has received many awards including the Tokyo Art Directors Club Grand Prix, the New York Art Directors Club Photography Award and the Cannes Lions International Advertising Festival Silver Prize for Graphic Design.

Yoshihiko

Picture from his advertising works in 1992

Your portfolio is rich and varied. We can find celebrities’ portraits, intimate family pictures and advertising photographs. How do you combine advertising photography with your personal projects? Are you focusing more on one of those at the moment?

It probably sounds a bit strange, but with respect to my personal projects, I feel that for me it’s all part of the single thread of my photographic practice. My focus these days is on photographs in the Materia series of my personal works. These images began from my photographing of forests, then moved on to rivers, and the sea, steadily changing form along the way.

You have mentioned that your photography was very influenced by Robert Mapplethorpe’s work. Could you tell us how was the experience of portraying him?

That’s such an old story now. I think it was when I was in my mid-20s. In those days many photographers were affected by the influence of Robert Mapplethorpe in one way or another. That’s how tremendously influential he was as a photographer. But now I’m already in my mid-50s, and if I have to say whether that influence is in my photography now, the answer would be no. I believe it was 27 years ago that I took his portrait. I was overjoyed. And it still seems like yesterday that he was standing there quietly in front of my camera, his limpid eyes looking directly into the lens.

robert mapplethorpe

Portrait of Robert Mapplethorpe, 1986.

In your photographic work we can find two projects located in forests: Quinault and Materia. «I do believe I photographed the forest as a ‘force’, something completely different than merely shooting scenery». These words of you explaining how you felt when portraying the forest in Quinault, could be also useful to explain the way you felt for your project Materia?

I intend to carry on with my Materia project, which began with Quinault when I photographed the forest as a living thing, and continuing for more than 20 years. The word comes from Latin and refers to the energy from which life is born. Starting with forests, it has moved on to rivers and sea this year. But it hasn’t changed in the fundamental way that it is still seeking to discover and express in photography the original life force.

Quinault

Picture from Quinault

After reading your statements on Amagatsu or Quinault, I have the sensation that many of your projects came to you led by some kind of inexplicable force, just as if you were destined to make them. Few photographers get that spiritual connection with their projects’ subjects. Could you tell us in what sense those feelings influence you when taking photographs?

Generally speaking I feel that it’s joy. And that joy arises from being able to stand before the world and open one’s heart and mind to the feelings of fear and happiness that people are exposed to when they come into contact with the unchanging, unbroken flow of that origin in physical form, that sublimity and beauty that words cannot express.

Materia

Picture from Materia

You’ve made few solo exhibitions in Europe and America, only two or three, is it right? Why do you think your work is not so known outside Japan? 

Yes, you’re right.

I don’t really know the reason my works aren’t so well known overseas. Perhaps one thing is that I haven’t got any partner strongly promoting my photographs around the world. And I haven’t been devoting my own energy to positive action to have my works seen overseas.

What do you think about Asian current photography?

I don’t actually look at other photographers’ work that much, so I don’t know much about contemporary photography in Asia.

Could you please tell us something about your next project?

As I said before, I’m continuing to take photographs for the Materia series. And I’m progressing with preparations for M.River and M.Sea to be exhibited in Tokyo this spring.

ShimaePicture from Shimae

Patti Smith vs Alfred Stieglitz

John [McKendry] reservó las imágenes más sobrecogedoras para el final. Una a una, nos enseñó las fotografías prohibidas para el público, entre ellas los exquisitos desnudos de Georgia O’Keeffe realizados por Stieglitz. Tomados en el momento culminante de su relación, su intimidad ponía de manifiesto la inteligencia de ambos y la belleza masculina de O’Keeffe. Mientras Robert [Mapplethorpe] se concentraba en los aspectos técnicos, yo me fijaba en cómo Georgia O’Keeffe se relacionaba con Stieglitz, sin artificios. A Robert le interesaba cómo hacer la fotografía y a mí cómo ser la fotografía.

Just kids, Patti Smith.

«Éramos unos niños» de Patti Smith.

Como ya sabréis, el miércoles pasado Patti Smith, ganó el Premio Nacional de Literatura de EEUU por la memoria en la que narra su relación con Robert Mapplethorpe. Aquí os dejo un fragmento y las primeras páginas en pdf… La verdad es que te deja con ganas de más.

Solíamos reírnos de cuando éramos pequeños. Decíamos que yo había sido una niña mala que intentaba ser buena y él un niño bueno que intentaba ser malo. A lo largo de los años, aquellos papeles se fueron invirtiendo hasta que terminamos aceptando nuestra doble naturaleza. Albergábamos principios opuestos, luz y oscuridad.

Yo era una niña soñadora y sonámbula. Irritaba a mis profesores con mi precoz capacidad lectora unida a una incapacidad para aplicarla a nada que ellos consideraran práctico. Todos acababan diciendo que fantaseaba demasiado, que siempre tenía la cabeza en otro sitio. No sé dónde estaría ese sitio, pero yo a menudo terminaba en el rincón, sentada en una banqueta a la vista de todos con un sombrero cónico de papel.

Más adelante, hice a Robert dibujos grandes y muy detallados de aquellos cómicos momentos de humillación. Él disfrutaba con ellos y parecía valorar todas las cualidades que repugnaban a otros o los alejaban de mí. A través de aquel diálogo visual, mis recuerdos de infancia se hicieron suyos.

Éramos unos niños, Patti Smith.

Primeras páginas en pdf.

Una exposición de Larry Clark es censurada en París.

El artista Santiago Sierra, durante una proyección de su vídeo Los penetrados. Fotografía de Gorka Lejarcegi

 

En arte casi todo vale

La censura parcial a la exposición de Larry Clark en París reabre el debate sobre los límites de la creación – Las fronteras se desplazan de la mano de la moral

 

TEREIXA CONSTENLA 23/10/2010

Larry Clark es un especialista en fotografiar menores que juegan a malotes. Sus adolescentes se deslizan hacia el lado oscuro antes de tener edad para votar: hay sexo precoz, jeringas con falsos paraísos, pistolas que dicen la última palabra. También gracietas que solo hacen gracia a los adolescentes: una panda hace un calvo (muestra el trasero) en una de las instantáneas.

Y aunque Larry Clark es ya un viejo conocido de las polémicas -lleva retratando esos mundos peligrosos y duros de los menores desamparados desde los sesenta-, su última exposición en el Museo de Arte Moderno de París ha vuelto a encender la mecha. ¿Se excede Clark? ¿Lo hace el Ayuntamiento de París, que ha prohibido el acceso a los menores de 18 años a la exposición? ¿Se alimentan controversias para tener éxito?

Vayamos por partes. El Ayuntamiento de París ha vetado la entrada a menores porque considera que, según la legislación francesa, algunas de las 200 obras pueden ser consideradas pornográficas. Cabían otros caminos, incluido uno expeditivo. «Si vas a prohibir el acceso a un determinado público, es mejor no montar la exposición», sostiene Iñaki Martínez Antelo, que dirige el Museo de Arte Contemporáneo de Vigo (Marco). «Cuando programas una exposición así ya sabes que se generará polémica, tienes que pensar a quién va dirigida si estás al frente de una institución pública», añade.

Desde luego, los gestores franceses no pueden escudarse en el desconocimiento. Clark es un clásico sobre el que se polemiza una y otra vez. Lo de París es un calco de lo ocurrido ¡en Valencia en 1994! La sala Parpalló mostró ese año fotos de Larry Clark y el japonés Nobuyoshi Araki (masturbaciones juveniles, adolescentes drogados, menores acobardados…) que hicieron temblar sotanas y correr ríos de tinta con gran eficacia: la Fiscalía de Valencia prohibió la entrada a la exposición a menores de 18 años si no iban acompañados.

Polémica y censura suelen ir de la mano. Robert Mapplethorpe, uno de los grandes de la fotografía contemporánea, fue también uno de los artistas más censurados del siglo XX por la sexualidad explícita de sus obras (muchas homosexuales, para mayor escándalo de morales conservadoras). Aunque fue encumbrado tras su muerte, su obra parece condenada a perturbar hasta la eternidad. El último ataque le llegó de una de las redes del futuro. Facebook vetó las campañas publicitarias sobre Night work, el último disco de la banda neoyorquina Scissor Sisters, por considerar que la portada resultaba inapropiada. En ella -una imagen de Mapplethorpe- se veían nalgas y muslos del bailarín clásico Peter Reed, marcados por las mallas de ballet, al acabar una coreografía.

«Si a estas alturas alguien piensa que es pornografía cualquier foto de Mapplethorpe, está claro que tiene un criterio erróneo, por no emplear una palabra más fuerte», reprocha José Guirao, director de La Casa Encendida. «Hannah Montana me parece más pornográfica, aunque no en el sentido clásico del término». Y pregunta: «¿Son pornográficas las escenas de ninfas y faunos, la mitología renacentista colgada en museos nacionales o Las tres Gracias de Rubens?».

¿Es pornográfico el vídeo Los penetrados de Santiago Sierra, pero no lo es el mural pintado en una casa de Pompeya hace casi 2.000 años donde una pareja heterosexual practica sexo anal? La pintura romana puede verse en el Museo de Nápoles, el vídeo de Santiago Sierra (Madrid, 1966) se proyectó en la galería Helga de Alvear en 2009. Las creaciones de Sierra dan mucho que hablar y, como mínimo, algo que pensar. En la Bienal de Venecia de 2003 tapió el pabellón español e impidió el acceso a quienes no estuvieran documentados -para denunciar las restricciones comunitarias a los inmigrantes-, y en una galería de Londres mostró en 2007 módulos construidos con excrementos humanos recogidos en ciudades indias por parias que purgaban así la maldad desplegada en vidas anteriores.

Los penetrados es un vídeo de 45 minutos, que muestra todas las combinaciones posibles de penetración anal entre hombres y mujeres de raza blanca y negra. Se filmó con voluntarios -que percibieron 250 euros por participar- captados mediante un anuncio en la prensa. Sierra ha rehusado hablar para este artículo, pero sí lo hizo en 2009, en plena exposición: «Probablemente sea pornografía. Entiendo que la pornografía son imágenes de gente fornicando y nada más, sin trama, y eso es Los penetrados». Reacio a explicar su obra, añadía: «En mi trabajo la gente tiene libertad para pensar por sí misma. No es necesaria mi guía». ¿Qué pretendía con el vídeo? Denunciar la paranoia y el temor de la sociedad blanca hacia los inmigrantes africanos; la sexualidad le pareció la vía más contundente. ¿Un provocador? Al artista le molesta tal etiqueta.

Pero claro que hay especialistas en provocar y programadores especializados en ficharles. Para el artista Rogelio López Cuenca (Nerja, 1959), la «censura parcial» de Clark en París le parece «una parte indispensable del show». Conviven, dice, dos tendencias: el uso de artistas provocadores como «una cara de la estrategia y retórica dominantes en la publicidad comercial» y la exclusión de creadores controvertidos por empresas patrocinadoras «que no quieren verse asociadas de ningún modo a asuntos polémicos».

La censura de hoy le parece a López Cuenca más sutil y versátil. «Nadie se quiere reconocer en el papel de censor, que ha sufrido un gran descrédito público. Con frecuencia se delega esa responsabilidad en otros invisibles». Habla desde la experiencia: sufrió censuras «más veces de lo que hubiera esperado». La inviabilidad económica suele ser un argumento recurrente -y menos impopular- para quitarse de en medio un proyecto controvertido. «Tienes que negociar permanentemente la adecuación de la obra a las posibilidades de realización y divulgación», cuenta. En conclusión, la libertad del creador es «ilusoria».

Los límites artísticos se desplazan con la moral de la época. Al margen de episodios rancios como el de Facebook, la homosexualidad apenas escandaliza ya en las democracias occidentales. «En primer lugar antepondría a la religión, estamos en un periodo muy fundamentalista, incluyendo a todas las religiones», señala Estrella de Diego, ensayista y catedrática de Arte Contemporáneo de la Universidad Complutense. Los otros temas calientes, según Iñaki Martínez Antelo, son el terrorismo y los menores. De lo último, además de Clark, sirva este ejemplo curioso: la Wikipedia británica bloqueó temporalmente el acceso a la portada a Virgin killer, un antiguo disco de Scorpions de 1976, porque mostraba a una niña desnuda, para minimizar los contenidos «indecentes» en la Red. Cuatro décadas han endurecido la tolerancia hacia la utilización de menores.

Impere la moral que impere, ni para la académica, ni para el creador, ni para los programadores deben colocarse límites al arte. «Los límites son censura, es mejor que sobre a que falte, aunque muchas imágenes están hechas para epatar y escandalizar», argumenta De Diego. La barrera, para el director de La Casa Encendida, es nítida: el Código Penal. «No matar a nadie, no secuestrar… El arte forma parte de la vida y lo que no sea delito tiene cabida en el arte», afirma el ex director del Reina Sofía. Durante su etapa en este museo, si las exposiciones incluían obras duras, se advertía con un cartel. Esto le parece suficiente: «Visitar una exposición no es obligatorio, están en locales cerrados».

-¿En ningún caso habría que limitar el acceso de menores?

-Creo que no. ¿Está regulado que un niño de 14 años no acceda en Internet a webs violentas? No sé entonces por qué tenemos que regularlo en el arte.

El País.

Patti Smith Art in Heaven

Patti Smith expone en el Festival Internacional de la Porta Ferrada de Sant Feliu de Guixols (Gerona) una colección de sus fotografías y dibujos. En El País han publicado un artículo escrito por Rebeca Carranco que la ha acompañado (muy velozmente) a través de la exposición:

Lleva un gorro negro sobre el pelo, que, enredado y medio trenzado, le cae sobre la cara. Viste camiseta blanca, vaqueros por dentro de botas marrones y americana negra. Del cuello le cuelga una cruz; de la solapa, una chapita con la cara de su chileno preferido, Roberto Bolaño; de las manos, una Polaroid.

De esa guisa aparece Patti Smith (Chicago, 1946) un viernes de finales de julio frente al monasterio de Sant Feliu de Guíxols (Girona). La artista americana, entronizada como la madrina del punk, ha aceptado recorrer junto con EL PAÍS su exposición Art in Heaven, de 50 fotografías y 10 dibujos, que inaugura hoy a las 20.30 en el museo del recinto con la baronesa Thyssen y que podrá verse hasta el 26 de septiembre.

Pero rápido. Seis horas después cierra su gira por España en el escenario del Festival Internacional de la Porta Ferrada del municipio. La propuesta es empezar por su foto o dibujo preferido. Se opone: «Es como cuando alguien te dice: ‘De todos los hijos, ¿cuál te gusta más?». Al final la cosa queda en un paseo por la exposición, que recoge imágenes y dibujos desde 1967 hasta hoy.

Smith empieza por su autorretrato: «Fíjate, hay pisadas en el dibujo». Lo pintó poco después de mudarse a Nueva York, con 20 años. «Entraron unos ladrones al piso. No encontraron nada y pisaron los dibujos que estaban por el suelo». Mientras explica la peripecia, un fotógrafo la fusila, un cámara la graba y dos periodistas le repreguntan.

Ella no tiene ni una salida de tono. Recorre la sala y se detiene en la máquina de escribir de Herman Hesse, en la tumba de Modigliani, en una estatua de Dante, en un dibujo de las torres gemelas… Al lado está la instantánea de unas zapatillas con las iniciales R. M. grabadas. Pertenecieron a su amigo y amante, el fotógrafo Robert Mapplethorpe. Las llevó antes de morir. Smith lanzó en junio en España el libro Éramos niños (Lumen), una biografía de la vida en común de ambos.

«Mis fotografías son meditación, lo que yo encuentro bello. Me gusta imaginármelas sobre un escritorio», resume, y se aparta el flequillo de los ojos. El tiempo se acaba. Pero antes fotografía la pared para enseñar cómo funciona la Polaroid. Hay tentaciones de pedirle la instantánea. Total, es una pared. Un miembro del equipo advierte de que es una pared fotografiada por Smith.

Smith abandona mañana España. Antes pasará por Blanes, donde vivió y murió Bolaño. «Quiero estar ahí. Tomar un café. Pensar», dice, ya camino de la calle. Antes de subir al coche, desenfunda de nuevo la cámara y apunta al monasterio. Quizá en el futuro un pedazo del municipio gerundense forme parte de su siguiente exposición, allende fronteras.

Entrevista a Duane Michals

Aquí os dejo otra entrevista a Duane Michals. En ésta habla principalmene en el proceso de creación de su trabajo y es muy muy interesante. La he encontrado en el blog Multiestímulos, que ya de paso os recomiendo. Tiene de todo, muy completito 😉

Esgrimiendo la poética como arma de revolución y transformando lo cotidiano en una sucesión de instantes mágicos, este joven de 69 años manifiesta, cree y defiende que el universo está en nuestras manos.

Blanca del Moral: Existe una gran diferencia entre “artista”, que es aquel que sólo bebe de las fuentes de su arte, y “creador”, aquel absorbe de todas las fuentes y fundamentalmente trabaja sobre la idea de “Idea”, transformándose así en una especie de “mago”…

Duane Michals: No soy un creador. Lo que hago es permitir que la energía creativa se exprese por sí misma. Yo no invento los pensamientos, los pensamientos vienen a mí. No sé de dónde vienen: es parte de la mente, parte de la conciencia. Cuando se me ocurre algo, y reconozco que es una idea interesante o provocativa, respondo a ella y hago que ocurra. Pero no soy la fuente de las ideas. Creo que el mundo es una gran conciencia creativa. La mente es una gran conciencia creativa. Lo que hago es que, cuando las ideas se me ocurren, aprendo a distinguirlas confiando en mi intuición, y verdaderamente creo que una idea es un regalo. Soy parte del proceso creativo. No me considero la fuente del proceso creativo.

BdM: Y cuando la idea llega, conoces su puerta de salida o te dejas sorprender?

DM: Ahora estoy teniendo una idea, por ejemplo… Me han contratado para hacer una historia para una revista, es un anuncio de ropa. Se me ocurrió la idea de un hombre que, cada mañana, cuando se levanta, escribe en su diario qué es lo que le va a pasar durante el día. Y lo que escribe en su diario es lo que realmente ocurre. Me gustó la idea. Y estoy jugando con ella… Qué ocurriría si un día escribe algo en su maravilloso cuaderno que no ocurre?… Un día conoce a una mujer, así que escribe en su diario, “cuando hoy me vea, se enamorará de mí”. Pero eso no ocurre, y no entiende qué pasa porque siempre, siempre ocurre lo que él escribe. Entonces se ve en un problema, se siente frustrado… y no lo he resuelto todavía. Una de las ideas es que él se disgusta tanto que quema su diario, y es entonces cuando ella se enamora de él. Esa es una idea, pero todavía estoy trabajando las diferentes posibilidades… Viene a ser una mera fuerza de algo más, porque cuando nos levantamos, creamos nuestras propias vidas todos los días… aunque no lo entendamos, lo hacemos… Y el proceso es que cuando algo que esperamos no ocurre, nos sentimos muy frustrados… y esa es la naturaleza de lo que son nuestras vidas: creamos nuestra realidad, lo sepamos o no. Y las elecciones que hacemos son nuestras oportunidades… Así que en eso estoy pensando justo ahora… En ese hombre escribiendo su diario al principio del día, y entonces, poco a poco, conociendo el objeto, la idea… Me gusta mucho, se llama El extraño diario de Oscar Lemond. Pero volviendo al proceso de las ideas… Es como un puzzle… No sé cómo llega, pero finalmente consigo resolverlo… Cuando pienso en una fotografía, sé exactamente lo que quiero. Para mí esa es la parte más dura, saber lo que quiero… El concepto es la parte más difícil, porque ya fotografiar es lo fácil…

El hombre iluminado

BdM: Creo que también hay dos clases de artistas: uno que da la idea de “idea” y te regala libertad, y otro que es una especie de parásito que no ofrece nada…

DM: Sí, eso es posible… El arte de mucha gente es bastante simple. Hay gente a la que sólo le preocupa la celebridad, son pretenciosos y sólo se preocupan por crear objetos grandes… Pero no tratan con nada que sea verdaderamente importante. Para mí el arte es un asunto de intimidad, un momento de contacto… Lo que sea que te toque, creo que eso es arte. Pero si no te toca, entonces es decoración. En ese sentido, no tengo nada que ver con el mundo del arte en el gran sentido. Mis más importantes pensamientos son sobre la habilidad de expresar nuevas ideas. A los artistas les gusta enseñar siempre lo mismo, actúan con un mismo programa… Toman la misma fotografía una y otra vez… Es fotografía descriptiva, y todo el mundo puede reproducir a alguien… La idea ha de saltar sobre la descripción, y extraer ese algo que tiene dentro y mostrar lo que algo “es”… Si alguien está llorando, mostrar la naturaleza de su pena, expresar por qué está llorando. Si muestras a un hombre viejo, expresar lo que siente. Fotografiar a un hombre de raza negra es mostrar lo que es sentirse siempre el último, no tener ningún dinero, no ser capaz nunca de conseguir un buen trabajo…

BdM: Y el ambiente mágico de tu trabajo… ¿Es una búsqueda consciente?

DM: Nunca pienso acerca de ello. Me sale natural, es instintivo… Es en la naturaleza de lo que hago… y nunca pienso acerca de ello… No soy un intelectual. No me preocupan ese tipo de ideas… Las ideas sobre las que reflexiono son más íntimas, muy humanas, ideas sobre la muerte y el deseo… Los sentimientos más íntimos que tenemos, a los que llamo poesía, y cómo trasladarlo sobre una hoja de papel, cómo escribirlo con sentido, de modo que una persona lo entienda de un modo muy íntimo. Cuando Warhol hizo el retrato de Marilyn Monroe, eso no es… Todo el mundo ha fotografiado a una mujer. Yo escribí algo acerca de una mujer, y lo fotografié: es un hombre y una mujer, y dice, “Él piensa que ella es bonita y amable y inocente, y realmente ella es bonita y amable e inocente, pero ella fue inocente durante demasiado tiempo, y la inocencia se endureció en su interior como una piedra, y un día ella será destrozada por esa piedra… “. Así que todo el mundo puede fotografiar a una mujer joven, pero para mí era más importante mostrar cómo la inocencia puede ser destructiva también. Quiero decir, quizá es una forma de magia, porque todo lo que necesitas es que una persona en algún lugar lo entienda. Y cuanto más íntimo, más sorprendente es, más mágico. ¿Conoces la secuencia llamada El abuelo va al cielo?… Para mí es pura magia e inocencia… Cuando el anciano verdaderamente murió y sus nietos vieron la secuencia de fotos, pensaron que todo estaba bien, porque él iría al cielo, como en las fotos… Y aquello fue absolutamente maravilloso… Que esos chiquillos pudieran ver a su abuelo muerto con toda tranquilidad porque sabían que iba a ir al cielo…

BdM: … Sí, como en La muerte viene a por la anciana

DM: …Sí, esa era mi abuela, ella murió después de que tomé esas fotografías… ¡Pero meses después!… Eso es magia. Tengo una mente muy infantil en el sentido de que pienso con frases muy fundamentales, como si continuara en la escuela… Lo reduzco todo al modo en el que un niño describe algo…

BdM: Hay otra serie un tanto similar, El espíritu abandona el cuerpo

DM: Sí, eso es lo que creo que ocurre cuando mueres… Éste es mi traje de Duane, y lo abandonaré… Creo que cuando uno muere, uno sale caminando realmente… Quiero decir, cuando hice La muerte llega a la anciana, cuando ella se levanta y se desvanece, y es como si todos los átomos de su cuerpo fueran liberados como palomitas de maíz…

BdM: Como en La condición humana

DM: Sí, cuando el hombre en el metro se convierte en estrella. Creo que es absolutamente real. Lo que es mágico en todo esto es que desde situaciones ordinarias puedes hacer que algo extraordinario suceda. Fíjate en el pequeño reloj del metro, también se convierte en estrella… Es un pequeñísimo detalle.

BdM: Y es lo que vuelve a ocurrir en El hombre del saco y Cosas necesarias para hacer magia o Cosas necesarias para escribir cuentos de hadas… Es lo que me hace verte como un mago…

DM: Quizá… Acabo de hacer un libro para niños. Tiene 30 pequeñas historias, y cada fotografía tiene su propia historia y es un libro lleno de sorpresas. Lo hice hace 5 años. Lo publiqué yo mismo, es un pequeño libro lleno de cosas extraordinarias. Se llama Upside down, inside out and backwards

El hijo pródigo

BdM: Otro hecho que me hace mirarte como a un demiurgo: los inesperados finales de algunas de tus sencuencias, como El ángel caído o El hijo pródigo

DM: Lo interesante acerca de El hijo pródigo es que fue expuesto en la Universidad acerca de la historia del hijo pródigo a través del tiempo, y yo fui la única persona que cambió la historia, en el sentido de que en mi idea, cuando el hijo vuelve derrotado y desnudo y vulnerable, el padre protege al hijo, se quita sus propias ropas y cubre a su hijo, desnudándose a sí mismo y volviéndose vulnerable, y adoro esa idea porque creo que es lo que debemos hacer… Si hay alguien que tú amas y que está desnudo y herido le das tu ropa… Adoro esa idea…

BdM: Un hombre sabio puede reconocerse, yo creo, por su ternura cercana a lo infantil y por su sentido del humor… Yo reconozco estas dos características en ti… ¿Eres un hombre sabio?

DM: ¡No!… Bueno, ¡pienso que un hombre sabio nunca reconocería que es un hombre sabio…!

BdM: La pregunta tenía truco…

DM: (Risas)

La parte más bella del cuerpo del hombre

BdM: Cómo conviven en ti las ideas espirituales con las carnales…

DM: Bueno, para empezar, no creo en Dios. Creo que eso es tan ingenuo… ¿Sabes?, vivimos en un pequeño grano de arena en el extremo de una enorme galaxia… Hay, quizá, cerca de 50 millones de estrellas y 50 millones de galaxias… Pensar que todo eso fue creado sólo para nosotros por alguien que se parece a nosotros es ridículo… Así que si reflexionas mucho sobre el concepto de Dios, ello te impide alcanzar un mayor concepto de la espiritualidad natural de ser… El concepto de hace 2000 ó 3000 años te impide sentirlo directamente, has de dejarle marchar. Me siento muy cercano al budismo. Así que no creo en Dios… Y acerca del erotismo o la sexualidad, yo malinterpreté la sexualidad cuando era joven, era bastante ingenuo: pensaba que la sexualidad era un hábito, y que cuando cumpliese 27, lo olvidaría. La sexualidad es algo muy profundo. Somos criaturas sensuales y no debemos tener miedo acerca del deseo o la sensualidad. Creo que es saludable. Me siento más cercano a la sensualidad que a la sexualidad. Estoy más interesado en la naturaleza del deseo. Por eso llamé a mi libro así. Traté de exponer no meramente cuerpos… Están esas dos fotos, por ejemplo, La parte más bella del cuerpo del hombre y La parte más bella del cuerpo de una mujer. Muchos fotógrafos sólo enseñan el pecho de las mujeres sin saber por qué… Mi libro no es simplemente acerca del deseo, sino acerca de cómo uno encuentra el cuerpo bello. Y en esa belleza está la sensualidad. No es razonable no sentir deseo. Verás, yo soy homosexual, pero me disgustan muchos hombres gays, no me interesa ese negocio. Creo en la intimidad del afecto entre gente del mismo género. Y si se expresan así, ¡fantástico!… Pero no estoy interesado en llevar aros en los pezones y todo éso. Me parece ridículo.

La parte más bella del cuerpo de una mujer

BdM: En El hombre desafortunado creo que se prueba que la poética puede ser más revolucionaria que los simples desnudos de Mapplethorpe.

DM: Odio a Mapplethorpe. Hay gente que viene a mí a enseñarme sus fotografías de travestidos y les digo, “¿Qué es lo que hiciste? ¡No hiciste nada!”. Ellos sólo muestran al tipo en su vestido y eso es descripción. Y les digo, “¿Queréis hacer algo realmente difícil?… Id al apartamento de ese mismo hombre a las 4 de la tarde, cuando no lleva su maquillaje y está sentado ahí, mirando su cigarro y bebiendo cerveza, y hace dos semanas que fue golpeado en la calle por 5 desconocidos, sus padres no quieren que vuelva a casa, no puede conseguir un buen trabajo, nadie le quiere y encima cree que tiene sida… Fotografía eso y entonces tendremos algo… Pero, por favor, no me enseñes “playmates” de Mapplethorpe. Es un insulto. Eso es trivializar. Mapplethorpe sólo describe homosexualidad, no hay afecto en las fotografías…

El hombre desafortunado (que no podía tocar aquello que amaba)

BdM: También dedicas constantes homenajes a René Magritte. ¿Qué es lo que te aportó?

DM: Cuando lo vi por primera vez a principios de los 60, no había libros de él y su trabajo no era nada conocido. Pero cada vez que me encontraba con sus pinturas, me despertaba, me provocaban contradicciones porque pintaba de modo realista y representaba ideas y contradicciones. Así que yo empecé a pensar que podía representar ideas. Pero yo tenía otro problema, y es que él como pintor gozaba de una gran libertad… él podía pintar un armario con el camisón de una mujer en el que podías ver sus pechos en él, lo cuál no podía ser realizado por un fotógrafo. Pero podía hacer otras ideas. Así que Magritte fue muy liberador para mí. Abandoné los libros de fotografía, ya que cuando yo empecé, no podía escribir en las fotos, no podía representar ideas. Así que me liberé, Magritte me liberó: si podía hacerlo, podía hacerlo… y no tengo que preocuparme más. Todo está en mi mente, todo está en tu mente, el universo está en tus manos.

René Magritte (1965)

BdM: ¿Qué misterio no ha sido fotografiado aún por ti?

DM: De Chirico dijo, “¿Qué más hay para el contemplar sino el enigma?.” Si eres un fotógrafo al que le va bien fotografiando adolescentes y las fotografías una y otra vez, no hay posibilidad… Pero en mi camino, donde todo es posible, no hay límite para lo que pienso. Según voy envejeciendo, me siento más y más libre, es fantástico. Y eso es porque creo que todo es posible. Cuando eres joven, cuando una persona tiene 21, todo es posible, pero nunca has sido derrotado, no has tenido realmente ninguna experiencia de vida. Pero lo que es aún más maravilloso es tener 69 años y todavía creer que todo es posible. Todo lo que viene a mi mente, lo respondo. Estoy trabajando más que nunca, es excitante. He escrito al menos 25 preguntas, he escrito qué es la nada, qué es la vida, qué es la muerte, qué es Dios, qué es el universo, qué es la naturaleza, qué es el deseo, qué hace que el arte sea arte, qué es el lenguaje, qué es el humor, qué es el sueño, qué es la memoria… todo, en 25 preguntas. La que abre el trabajo es una llamada “Yo en los bosques”, y en ella se ve a un hombre mayor que está dando la mano a un hombre joven, y el hombre joven soy yo cuando era joven, pero él no sabe que el viejo soy él mayor. Todo está escrito bajo la fotografía, y dice más o menos: “Él preguntó si sabía lo que la vida le reservaba, y yo le dije que la vida es una gran pregunta, y que como todas las preguntas, no puede ser respondida hasta que no es preguntada.” Y él pregunta preguntas que yo no soy capaz de responder porque es demasiado joven y no imagina lo que es ser viejo…

BdM: La honestidad y la verdad de tu trabajo te mantendrá vivo durante la eternidad, como en los cuentos de hadas…

DM: (Risas) Creo que cuando estás muerto, ya no importa nada. El gran gozo es mientras estás haciendo. Para mí el gran momento de placer es cuando una idea se me ocurre, es un instante de epifanía, ese es el gran momento. Y cuando realizo esa idea, es maravilloso, pero no mejor que cuando la idea viene. ¿Quién sabe de dónde vienen las ideas?

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Duane Michals Vs la fotografía actual.

‘Robert Mapplethorpe. El fotógrafo del escándalo’ por Jack Fritscher.

«Éste es el recuerdo, no una biografía del fotógrafo Robert Mapplethorpe. Es una historia detectivesca contada en un confesionario. Durante casi treinta años he venido guardando notas, cartas, fotografías, recensiones y anotaciones de diario sobre este artista, el más obtinado de todos. Antes de conocernos Robert y yo vivíamos vidas paralelas. Yo le ayudé a crearse a sí mismo. Yo empecé a escribir sobre Robert en 1977, antes de que el Imperio de la Kultura supiese siquiera pronunciar correctamente Mapplethorpe«.

Con esta prepotencia empieza Jack Fisher el libro, así ya os podeis imaginar los aires de grandeza que desparrama en las 371 páginas que lo componen.

Está compuesto de una serie de artículos publicados en distintos medios. Hay algunas entrevistas con personas que lo conocieron y trabajaron con él. Además, no debemos de olvidar que Fritscher fue uno de sus amantes, amigos y confidentes por lo que podemos tener cierta confianza en que el dibujo que se nos hace del fotógrafo es bastante acertado.

Aquí os dejo aquí algunas citas que merecen la pena.

«Desperté y allí estaba Patti -decía Robert-. Nuestras almas se reconocieron al instante. Nuestros cuerpos eran gemelos. La conocía sin habernos encontrado antes».

Fue en el año 1966, cuando Mapplethorpe era un auténtico desconocido y Patti Smith empezaba a ser conocida en la cultura underground. Desde entonces, se convertirían en uña y carne. Patti fue su musa y compañera hasta que declaró públicamente su homosexualidad.

«Allá por los años sesenta los coleccionistas neoyorkinos eran terriblemente arrogantes, terriblemente especializados y, en consecuencia, terriblemente provincianos. Les habrían espantado unas imágenes de flores. Creyendo que eran kitsch. ¿Se habrían atrevido a colgar fotografías de flores en las paredes de sus elegantes viviendas? (…)

Los vanguardistas recibían de Robert permiso para colgar fotografías de lirios en el comedor, porque tan pronto como se supo que fotografiaba enculadas de puño, los lírios cobraban una segunda intención. Las flores deban pie a confidencias susurradas acerca de fotos prohibidas, y eso que por aquel entonces muy pocos habían tenido el privilegio de verlas».

Edward Lucie-Smith.

«Las primeras obras de Robert fueron collages, pura impotencia. No lograba la fusión, esa integración deslumbradora que todo artista es, intuye y sabe. El ingrediente indispensable para que el arte se eleve del plano personal al universal. Cuando le conocí en Chelsea, el jovencisimo Mapplethorpe era creatividad en germen, no florecida. Era un tránsfuga como tantos otros, en busca de su talento. El primer Picasso y el primer Hockney poseyeron, desde el principio un talento chispeante. El primer Mapplethorpe no lanzaba destellos. Sin embargo Robert fue un caso del Síndrome de la Creatividad Adquirida. Estudiaba, lo absorbía todo, y consiguió florecer. Como formalista, alcanzó al fin la fusión artística, trascendente».

Edward Lucie-Smith

Por lo visto Mapplethorpe no estaba muy acostumbrado a las malas críticas y llamaba a Lucie-Smith “esa mariquita asquerosa de crítico inglés”.

Por cierto, he vuelto 😉