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Paul Graham por Paul Graham (II). La fotografía viva

Paul Graham

New Europe, 1992

En fotografía, puedes partir de una idea, ya sea intelectualmente rigurosa o puramente instintiva, pero luego sales al mundo y… la vida te da un buen mazazo: “Así que creías que tu idea era genial, ¿eh?. Pues estás muy equivocado, pero sigue intentándolo y, si prestas atención, te enseñaré algo mil veces mejor” Y entonces es cuando se convierte en algo maravilloso y sumamente interesante: un paso a dos entre el artista y el mundo.

(…) Las ideas generales están ahí, en medio del devenir diario (…) Cualquier fotógrafo consciente tiene alguna idea de lo que está esperando encontrar, pero tienes que ir con la mente abierta a lo que el mundo te lanza y afrontar como esto cuestiona y transforma tu idea. Aquí está la belleza de este medio, su cualidad única; es porqué yo principalmente admiro a los fotógrafos que salen y se enfrentan al mundo tal y como es. De alguna forma, con una sensibilidad y con una inteligencia fluida bailan con el mundo, y el mundo les contesta, y crean esos trabajos tan fascinantes.

New Europe

New Europe, 1992

[Sobre New Europe] Deambular por Europa con una cámara y sin rumbo no resulta en última instancia muy productivo. De modo que sí tenía algunas ideas y me dirigí a lugares específicos: fui muchas veces a Berlín, o a Valle de los Caídos, donde está la tumba de Franco, o a Belfast, durante los momentos más críticos del conflicto de Irlanda del Norte, y vi lo que pude ver, a través de las ideas que se me iban ocurriendo y con mis propios ojos.

(…) El tema era tan evasivo, tan vago (cómo nos afecta la sombra de la historia, una reflexión sobre el sueño utópico europeo), que sentí que las imágenes debían ser duras e inmediatas. Intentaba visualizar algo invisible y busqué disparos psicológicos, imágenes incisivas que nos conectaran con algo más profundo, inefable.

Paul Graham

New Europe, 1992

Una pregunta interesante para mí era hacia dónde íbamos, cuál era el objetivo común de esta unión. ¿Era simplemente la expectativa de un paraíso consumista lo que ellos querían que aceptásemos?. Si eres muy pobre para tomar parte o si estilo de vida es muy diferente ¿vas a ser marginado? Quería hacer fotos sobre la banalidad de esta promesa, de la gente pillada en esta pesadilla moderna, atrapada en la red del consumismo con todas sus promesas.

New Europe

New Europe, 1992

Hice algunas fotos en España, sobre todo a partir de 1988. Pero me resisto a diferenciar unos países de otros en este trabajo. Trataba del gran experimento europeo, la Unión, la historia colectiva. Mi impresión dominante sobre Europa hoy es la del dios Jano, con una cara mirando al futuro y otra al pasado. Aquí estamos, uniendo fronteras, finanzas, modelos sociales… Pero volviendo la vista atrás a los conflictos, ideologías, esperanzas, otros futuros que soñamos, creencias por las que nuestras familias se sacrificaron.

New Europe

New Europe, 1992

Amo profundamente la fotografía, creo que es uno de los medios artísticos más maravillosos debido a esa cualidad única y esencial: su inmutable compromiso con el mundo tal como es. Esto le da una posición muy especial en el ámbito del arte, una posición que debemos cuidar si nos importa quiénes y qué somos. La gente hace ya tiempo que ha reconocido esta cualidad de la fotografía, sin embargo, no podemos mostrarnos complacientes, tenemos que mantenerla viva, renovando su vocabulario. Nuestro lenguaje visual, el imaginario que los fotógrafos suelen utilizar para describir el mundo, debe ser renovado, del mismo modo que los novelistas y los poetas renuevan nuestro lenguaje escrito.

Paul Graham

American Night, 2003

Hay algo curioso en estas imágenes tan blancas de la pobreza en Estados Unidos: según la tradición, si sales a fotografiar a los desposeídos volverás al cuarto oscuro y revelarás en tonos tenebrosos, llenos de sombras y penumbras melancólicas. Es lo «correcto». ¿Por qué?
La titulé American Night precisamente por el recurso de la “noche americana”, de rodar una película durante el día y después oscurecerla para que parezca que es de noche. Esto se utilizaba sobre todo en los Westerns. Yo hacía lo contrario. Las imágenes parecían estar sobreexpuestas, quemadas, deslumbrantes. El contraste con los mendigos era aún mayor.

American Night

American Night, 2003

La primera sobreexposición fue por error, cuando la positivé, la dejé en la mesa, la observé más y más y me di cuenta que era realmente interesante (…) Fui una tarde al cine, cuando salí del cine a la luz del sol tenía la visión borrosa, con el sol fuerte del mediodía no podía ver nada,  y me di cuenta como el error que cometí en el cuarto oscuro imitaba este efecto óptico, que era cercano a la invisibilidad, solamente empezando a distinguir las cosas (…) Esa es la sensación que quería: cuando ver quema y debemos cerrar los ojos. Y ese es, psicológicamente, el efecto producido cuando hacemos frente a algunos estratos sociales. Elegimos no ver, volvernos ciegos, los «editamos» fuera de nuestras vidas.

New Europe

American Night, 2003

Las imágenes blancas son la esencia del trabajo, resultan duras e implacables. Gente caminando, esperando, de pie, sentados, en una invisible vida marginal. Gradualmente te adaptas a ese blancor, a ese exiguo paisaje, pero entonces pasas a una imagen perfecta llena de color representando una casa nueva en California. Cielo azul intenso, coche nuevo delante de la casa, césped verde. Visualmente supone un choque: el sueño americano a todo color, la promesa de todo aquello a lo que la gente desposeída de las imágenes blancas no puede aspirar. Es como un espejismo, o un espejismo al revés, en el que la falsa imagen brillante es la realidad, mientras la promesa en technicolor es la ilusión. El tercer grupo de imágenes, las imágenes oscuras, aparecen juntas más tarde en el libro. Son imágenes del interior profundo de las ciudades, sobre todo de Nueva York, Brooklyn y el Bronx, y constituyen a la vez un elemento central del trabajo y un comentario sobre la clásica fotografía de calle. Es también algo como La ratonera, en el Hamlet de Shakespeare: la obra de teatro dentro de la obra de teatro, la pequeña pieza teatral que te ayuda a reconocer el significado de la obra mayor, la vida misma.

American Night

American Night, 2003

American Night es acerca de la fractura social en América, pero también es acerca del paisaje americano desde las zonas urbanas a los a los suburbios o a la mansiones. Entonces, es acerca de ver o no ver,  acerca de luz y oscuridad, sobre blanco y negro y color, sobre un estado mental de visibilidad e invisibilidad.

American Night

American Night, 2003

Por décadas, muchos fotógrafos positivaron un negativo correctamente expuesto, forzando el rango tonal a una atmósfera oscura y tenebrosa, como iluminadas con velas (…) Pero coge el mismo negativo y fuerza el rango tonal al revés la misma cantidad, y (…) “¡Tú lo has manipulado! ¿Qué estás haciendo?” Y todo lo que has hecho es exactamente lo mismo en la dirección contraria. Entonces te das cuenta que esta es una de las reglas no escritas de la fotografía. Puedes hacer una fotografía con ambiente tenebroso si es acerca de pobreza, ese es el método aprobado para hacerlo, pero no imágenes con una luz cercana a la invisibilidad y cegadora.

American Night

American Night, 2003

Tengo que decir que la posición de la fotografía en el mundo del arte me recuerda a la parábola de una comunidad aislada, en donde siempre se habían alimentado únicamente a base de patatas, y que al mostrarles una manzana piensan que es algo inaceptable e inútil porque no sabe como una patata.

Los fotógrafos deben ser como poetas, y renovar nuestro lenguaje visual. Nadie hace literatura con el estilo y el lenguaje de los años 50, así que ¿por qué deberíamos aceptar que los fotógrafos hagan algo parecido? (…) Demasiado equipaje acumulado en tu imaginación te puede volver pesado, gris. Sin la energía para interrogarte a ti mismo estás muerto.

(…) Olvida las típicas e incomprendidas motivaciones del artista. Un motivo verdadero es el ir más allá de tu conocimiento, trascender ese primer plano y quedar seducido antes tus propias acciones desentrañado algo inesperado, revelador y gratificante.

American Night

American Night, 2003

Soy feliz encontrando preguntas interesantes, quizá incontestables. La fotografía es apropiada para esto, a momentos breves, a perforar la membrana opaca que nos rodea. El problema es cómo seleccionar ese fragmento, esa milésima de segundo significativa, del total. ¿Qué piedras mantendrán el color una vez que se las ha sacado del río? A veces es un indicio de sensibilidad, una intuición, que uno no puede racionalizar hasta más tarde.

(…) El arte no es acerca de proporcionar respuestas, ¿verdad?. Es mas sobre provocar preguntas, preguntas inesperadas e inarticuladas.

(…) Prefiero no decir nada más porque, como sabe, si se coge una obra de arte y se explica pormenorizadamente, se repasan todos sus detalles, se acaba destruyéndola. La buena obra de arte va más allá de cualquier explicación sobre ella. Si cazas una mariposa y la clavas con un alfiler sobre la mesa, te ayudará a comprenderla, pero habrás perdido la belleza de su vuelo para siempre.

American Night

American Night, 2003

Fuentes:

Entrevista en Babelia, El Pais

Entrevista en El Cultural

Entrevista en SalonKritic

Entrevista en Seesaw

Paul Graham, Europe: America, Fundacion Botin, Spain, 2011.

Paul Graham, Contemporary Artists monograph, Phaidon Press, 1996.

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A1, The Great North Road

A1, The Great North Road

Mi trabajo comienza leyendo y viajando. Disparo continuamente. Siempre lo he hecho (…) No tengo nada concreto en la cabeza. No intento hacer una fotografía que ilustre esa “gran idea”. Si no, no saldría. Simplemente doy vueltas cada día y fotografío. Veo tanta intensidad a mi alrededor que quiero atraparla, coger toda esa corriente, esa energía (…) Quiero llevar esa experiencia al mundo, ese momento maravilloso (…) Por buscar una analogía rápida, es como la imagen de un río. Lo ves y puedes sacar unas fotos preciosas. Puedes coger un poco de agua en una jarra y fotografiarla. Será bello. Pero cuando te metes dentro del río y te pones en medio y ves cómo el agua se separa para rodear tu cuerpo y luego unirse detrás de ti como si no existieras, como si nunca hubieras existido, es algo tan hermoso… Es hermoso ver cómo la vida se acerca a ti y te rodea, cómo te toca… eso es lo que quiero llevar a mis fotografías.

Recuerdo “descubrir “ la fotografía (…) Tenia 19 años, entré a una tienda de revistas y encontré Creative Camara, en ese tiempo una gran revista. Recuerdo el shock al ver fotografía seria. Fue una revelación (…) Es muy raro cuando inmediatamente sientes empatía hacia algo. Solo sientes que lo has entendido completamente, que resuena dentro de ti.

A1, The Great North Road

A1, The Great North Road

En cuatro años publiqué tres libros, A1, Beyond Caring, and Troubled Land, gracias a la ilimitada energía de la juventud, sin duda.

(…) The Great North Road se publico en 1983. Fue un viaje recorriendo la principal arteria del Reino Unido (…) trataba de mostrar la igualdad física de un territorio, de un paisaje, y la desigualdad de caracteres existentes a un lado y a otro de una autopista que parece normal pero que, sin embargo, delimitaba un espacio en conflicto.

(…) Formato grande en color, paisajes, retratos, edificios, etc. El libro resultó bastante ingrato a la tradición del blanco y negro. Se ha olvidado lo radical que era trabajar en color en el marco de la tradición documental social. Ahora es algo muy común. ¿Se preguntará la gente cual era el problema?

A1. The Great North Road

A1. The Great North Road

Beyong caring era una lucha verbal, de cierta forma se enfrentaba a la violencia que la economía tacherista  había hecho a una gran parte de la población  a los comienzos de los ochenta (…) Era mi situación personal. Yo estaba desempleado.

(…) La utilización del color en las fotografías de Beyond Caring restaban dramatismo a las escenas de parados y oficinas de empleos típicas de mi juventud. Si las hubiera hecho en blanco y negro, la lectura hubiera sido unívoca: es una fotografía crítica, es una escena trágica. No sé si lo mío es “fotografía artística” al uso, pero desde luego no es “fotoperiodismo”.

Beyong Caring

Beyong Caring

En 1985 di una charla a estudiantes de fotografía en la Escuela de Arte de Newport y uno de los profesores calificó Beyond caring como pernicioso. Con esto, yo creo que quería decir que era insultante al orden establecido de trabajo, que era usar una Leica, tomar fotos en blanco, y tener una manera de tomar fotos establecida.

Beyong Caring

Beyong Caring

Troubled Land trata sobre Irlanda del Norte (…) La primera vez que fui al Irlanda del Norte tomé todas aquellas fotografías de murales y de carros blindados bajando la calle, volví pensando que tenía todas aquellas fotografías grandiosas. Pero si eres honesto y autocrítico, que es un gran requerimiento, pronto te das cuenta que son como cualquier otra fotografía que hayas visto, esto es lo que me paso a mi. Entonces había una fotografía que no era como el resto. Fue esta casi ignorada fotografía. Fue la puerta, aquélla que uno tiene que abrir para reconocer, aprovechar y darse cuenta de su potencial.

Roundabout, Andersonstown, Belfast 1984Troubled Land

Roundabout, Andersonstown, Belfast 1984
Troubled Land

Roundabout, es una combinación de fotografía de paisaje y de guerra, usando pequeños y seductores paisajes para revelar los detalles (…) Donde simplemente se ve un sucio suburbio de la periferia de Belfast, donde todo parece banal, por lo menos para alguien familiarizado con la topología de las islas Británicas, entonces te das cuenta que las luces han sido reventadas, los posters están situados muy altos y nadie puede tocarlos, la rotonda está destrozada, hay un graffiti nacionalista en la valla; y finalmente ves los soldados, uno corriendo en la rotonda, otros en la parte derecha alejándose, metidos en una escena diaria. Así el inventario no es realmente correcto, lo que parece ordinario es bastante extraordinario.

(…) No era como se supone que se debe de encuadrar la acción en estas situaciones. No me había acercado al incidente, todo estaba distante y disperso (…) Se supone que tenías que estar allí, corriendo con el soldado en primera línea. Con estas imágenes me di cuenta que puedes hacer lo contrario. En vez correr con el soldado, puedes volverte atrás y mostrar el entorno.

(…) Tenía que retornar la acción en su contexto. Rompí muchas de la reglas no escritas.

Troubled Land

Troubled Land

Traté de recoger todos aquellos signos, nada inocentes, que marcan la ideología de un espacio. Por ejemplo, cómo los bordillos de un aparcamiento estaban pintados con una bandera unionista o republicana, en un gesto que parece simplemente decorativo pero que está cargado de una gran violencia.

Troubled Land

Troubled Land

Son pedazos de tierra en la cabeza de las personas. Unos lo ven como el Reino Unido, otro como Irlanda. No es una frontera física, sino psicológica, a pesar de que veamos ciertos “avisos”, ciertos “signos”, que indican qué y cómo considera cada uno el territorio en el que se encuentra.

(…) Es aún más notorio cuanto más absurdos son esos signos, como la imagen de un árbol centenario que debía medir treinta metros y sobre el que alguien se había tomado la molestia de atar una bandera, la Union Jack, en la última rama de lo más alto de su copa.

Troubled Land

Troubled Land

Algunas personas se quedaron muy preocupados con Troubled land, ahora es muy difícil imaginar la causa de todo esto. La manera de trabajar, mezclando fotografía de paisaje y guerra ahora está totalmente aceptada, hay muchos fotógrafos haciendo esto, Pero si volvemos atrás, la gente decía: “te estás pasando de la raya, estás mezclando reportaje y paisaje, es todo acerca de ti como artista, y no sobre el problema o el sitio”. Era una manera muy dura de criticarlo.

(…) Después de Troubled land fue invitado a numerosos territorios conflictivos y me ofrecieron muchas oportunidades de producir paisajes con detalles de conflictos secretos, en Sudáfrica, Israel, América Central y muchos lugares más. Podría haber repetido el mismo concepto durante mucho tiempo, pero para mi eso era como una muerte creativa. No pude hacer eso. Posiblemente hubiera estado mejor financiado de lo que estuve, pero no pude hacerlo.

(…) Para mejor o para peor, soy uno de esos artistas que cuando algo está  “probado” tiene que dejarlo ir y encontrar otro camino para enfrentarme a mi mismo.

Beyong Caring

Beyong Caring

Doy algunas clases en la universidad de Yale, y siempre les estoy diciendo a mis estudiantes: “No caer en la trampa de intentar hacer fotografías como las que se veis en las galerías. Se supone que deberíais estar haciendo aquellas que vamos a estar viendo dentro de diez años.” Tienes que encontrar algo único, interesante y diferente. Esto no significa que tengas que poner la cámara boca abajo, pero encuentra algo que te confunda, que no sea cómodo. En el momento en que parezca cómodo, seguro y que podría haber sido expuesto elegantemente en cualquier galería en la última década, entonces probablemente sea demasiado seguro.

(…) Se qué tipo de trabajo me fascina de fotografía  (…) donde la idea y la realidad chocan entre sí, donde la sensibilidad se une con lo efímero; eso es lo que me inspira, y es el legado al que aspiro a contribuir. Tal vez, a una escala muy básica, solo me hago la misma humilde pregunta que se han hecho tantos grandes fotógrafos antes que yo: «¿cómo es el mundo?».

Beyong Caring

Beyong Caring

Fuentes:

Esos relámpagos de cotidianidad. Entrevista con Paul Graham.

Paul Graham, Europe: America, Fundacion Botin, Spain, 2011.

Paul Graham, Contemporary Artists monograph, Phaidon Press, 1996.

Paul Graham, SteidlMACK, 2009.

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Nueva Orleans, 2004. De la serie A shimmer of possibility.

Nuestra idea de «un buen trabajo» viene de nuestra educación, de las exposiciones, de los libros y artículos que leemos. Por lo tanto, hay que educarse, tener hambre. Hay que aprovechar el tiempo al máximo: leer, ver, pensar, mirarlo todo: películas, a la gente, a todo lo que tenemos alrededor. Ir a galerías y museos regularmente. La gente quiere tener éxito, es natural, pero a veces ser desconocido es lo mejor que te puede pasar como artista. ¡Todo el mundo ama un descubrimiento! Pero lo importante es el trabajo, no descartar a priori cosas que no se entienden. El arte no es un truco. La idea que tienes por «buen trabajo» puede cambiar, profundizarse, madurar. El trabajo que no te gustaba hace cinco años ahora puedes verlo como algo increíble.

Nueva Orleans, 2004. De la serie A shimmer of possibility.

Paul Graham. Hay que tener hambre

Nueva Orleans, 2004. De la serie A shimmer of possibility.

Nuestra idea de «un buen trabajo» viene de nuestra educación, de las exposiciones, de los libros y artículos que leemos. Por lo tanto, hay que educarse, tener hambre. Hay que aprovechar el tiempo al máximo: leer, ver, pensar, mirarlo todo: películas, a la gente, a todo lo que tenemos alrededor. Ir a galerías y museos regularmente. La gente quiere tener éxito, es natural, pero a veces ser desconocido es lo mejor que te puede pasar como artista. ¡Todo el mundo ama un descubrimiento! Pero lo importante es el trabajo, no descartar a priori cosas que no se entienden. El arte no es un truco. La idea que tienes por «buen trabajo» puede cambiar, profundizarse, madurar. El trabajo que no te gustaba hace cinco años ahora puedes verlo como algo increíble.

Nueva Orleans, 2004. De la serie A shimmer of possibility.

Paul Graham. La fotografía es fácil, la fotografía es difícil

Es tan fácil que es ridículo. Es tan fácil que no puedo ni comenzar, no sé por donde empezar. Después de todo es solo cuestión de mirar a lo que te rodea. Todos lo hacemos, es simplemente una manera de grabar lo que ves – lo apuntas con la cámara y presionas el botón. ¿Es tan difícil? Y todavía más, ahora en la era digital es gratis, ni te cuesta lo que vale un carrete. Es tan simple y tan básico, que es ridículo.

Es tan difícil porque está por todas partes, en todos los lugares, todo el tiempo, incluso ahora. Es la imagen de este bolígrafo en mi mano mientras escribo, es la imagen de tu mano sosteniendo este libro. Deja lentamente llevar tu conciencia fuera de este texto y mira: está justo ahí, en el otro lado de la habitación, y allí… y allí. Entonces se va. Tú no lo has fotografiado creías que no valía la pena y ahora es demasiado tarde, ese momento ha desaparecido. Pero otro ha llegado, en un instante. Ahora. Porque la vida fluye a través y alrededor nuestro, avanzando deprisa, deprisa y en todas direcciones.

Pero si está en todas partes y todo el tiempo, y es tan fácil de hacer, entonces ¿qué valor tiene? ¿qué fotos merecen la pena? ¿La foto conseguida a base de esfuerzo, preparada, controlada, pre-visualizada? Sí ¿Aquellas artificiales, secas y esmeradas? A veces ¿Es tal vez la foto hecha de improviso, por estar en el sitio y en el momento adecuados? Por supuesto ¿Puede ser una expresión intuitiva? Exactamente. Tal vez sea el resultado de años de buscar, ver, pensar en la fotografía. Definitivamente.

«Solo una lección da la vida: que hay más accidente/azar en ella de lo que el hombre pueda admitir en toda su vida manteniéndose cuerdo.» Thomas Pynchon, V

Vale, entonces ¿cómo puedo encontrarle sentido a ese fluir interminable, esa niebla que cubre la vida aquí y ahora? ¿Cómo puedo ver a través de ella? ¿Cómo puedo cruzar esa frontera? ¿Me lanzo a andar por la calle y hago fotos a extraños? ¿hago una fotonovela entre mis amigos? ¿fotografío solo a mis allegados, mi familia, a mi? O quizás debería solo fotografiar paisajes, las rocas, los árboles – ellos no se mueven, ni se quejan, ni te hacen esperar. ¿Las casas antiguas? ¿las casas modernas? ¿Me voy al otro lado del mundo a las zonas de conflicto o a la tienda de la esquina, o ni salgo de mi cuarto?

Sí, sí y sí. Esa es la elección por la que estás tan mimado, pero no dejes que te detenga.

Ten cuidado, pero no te quedes atascado – relájate, está en todo y por todas partes. Lo encontrarás y te encontrará a ti, solo empieza, de algún modo, pero: empieza.

Sí, pero ¿no debería tener una idea coherente? ¿no debería saber primero lo que estoy haciendo? Eso estaría bien, pero dudo que Robert Frank supiera todo el sentido de lo que hacía cuando comenzó, o igualmente Cindy Sherman or Robert Mapplethorpe o Atget o… así que no deberías esperarlo. Mientras más planeado lo tengas, menos espacio dejarás al azar. Para que el mundo te hable, para que la idea se encuentre a si misma, permitiendo dar lugar a la ambigüedad y a la ambivalencia, que muchas veces son más importantes que la claridad y la certeza. La obra a menudo dice más que lo que sabe el autor.

Vale, pero la fotografía no siempre entra dentro de proyectos con coherencia y organizados, así que a lo mejor necesito vagar libremente por este mundo, sin limitarme, fotografiando lo que sea cuando quiera: el cielo, mis pies, el café, las flores que acabo de ver, mis amigos, mis amantes ¿y tendrá sentido porque todo eso es mi vida? Quizás. Algunas veces funciona, otras es indulgente, pero debe ser tu elección, porque tú eres libre también de ¨no tener sentido¨ .

“Al final incluso este relato es absurdo, lo cual es una parte importante de la cuestión, si es que hay alguna, ya que no tener ninguna en absoluto parece formar parte de la cuestión.” Malcolm Lowry, Ghostkeeper

Vale, necesito tiempo para pensar sobre todo esto. Permitirme esa libertad por un tiempo. Un par de años. Quizás no encontraré mi respuesta, pero quizás estaré alrededor de otros que entiendan esta pregunta, que hayan llegado a un punto similar. Quizás comenzaré por el camino equivocado, o por las razones equivocadas – porque me gustaban las cámaras, porque creía que la fotografía sería una opción fácil. Pero me obligaré a intentarlo, entonces quizás me tropiece con algo que cobre sentido para mí, o simplemente sienta que esté bien. Si me concentro en eso, quizás crezca, y de manera modesta e indescriptible comience a cobrar sentido. Como fotografiar a la comunidad Árabe–Americana, como seres humanos con vidas, esperanzas, familias y sentimientos, heterosexuales, homosexuales, jóvenes, viejos, con toda la humanidad que Hollywood nunca les ha dado. O la comunidad negra de New Haven, en la que se hacen charadas teatrales inexplicables, llenas de alegría, que rompen mis ideas preconcebidas en mil pedazos. O los ecos de las instantáneas divertidas-perturbadoras-tristes de mi antiguo novio. O el paisaje anónimo de los suburbios del norte del estado, en la manera en que define las imágenes espectaculares de las que estamos adictos. O… como las mujeres usamos nuestros cuerpos para mostrar lo que creemos que deberíamos ser. O…

¨¿Una novela? No, ya no tengo la resistencia necesaria. Para escribir una novela tienes que ser como un Atlas, sostener el mundo entero sobre tu espalda y aguantar allí meses y años mientras los casos se van resolviendo.” J. M. Coetzee, Diary of a Bad Year.

Y tengo la esperanza de continuar y desarrollarlo, porque merece la pena. Continuar porque importa, y hay muchas otras cosas que no importan: el trabajo para ganar dinero, los encargos editoriales, las fotos de moda. Entonces un día estará lo suficientemente desarrollado para creer que está terminado. Hecho. Y a su manera: una contribución, y todo el esfuerzo y las frustraciones y el tiempo y el dinero desaparecerán. Ha merecido la pena, porque es algo real, que no existía antes de que tú la crearas: una obra que transmite con fuerza y sensibilidad, que habla de este mundo y de los que te rodean en él. ¿No es precioso?

(Texto para el Libro de Graduación del Master de Fotografía en la Universidad de Yale – Yale MFA Photography 2009: We Belong Together)