Un vistazo a Lina Scheynius.
Piensa en aquellos momentos más íntimos que has tenido en pareja, cuando eres la primera en despertar y el aun sigue durmiendo. Observas detenidamente cada pelo sobre su cara, la forma en que le ha quedado la boca entreabierta, los pliegos de las sábanas que moldeas con tu mano para ver aquello que más te interesa. Con los pies de puntillas recorres la habitación en busca de otro ángulo y si tienes una cámara a mano te puedo asegurar que pensarás en sacar una foto. Quizás no lo hagas o quizás sí, pero si fueras Lina Scheynius ya estarías trabajando.