Posts Tagged ‘ Fotografía ’

Hazle una pregunta a Las Coleccionistas.

Las Coleccionistas es un estudio de fotografía de Barcelona formado por dos fotógrafas, Nuria del Moral y María Revuelta, que se atreven con todo. Dicen de sí mismas:

Entendemos la fotografía como el juego entre la luz y la emoción, como una forma de comunicación en su sentido más provocativo, que toca y conecta a la gente, pero también como una forma de participar, de conectar con quien tienes más cerca y de ayudarnos a encontrar nuevos significados e interpretaciones alternativas de nuestro entorno.

Una de las cosas que más me gustan de ellas (a parte de su nombre) es que son todoterreno. Me gustan sus fotos de moda.

Sus colgantes.

Me gustan sus cuadernos.

Y la forma que tienen de dar la bienvenida al otoño.

Tenéis hasta el domingo día 13 para preguntarles lo que queráis. Podéis hacerlo por aquí, por Facebook o mandármelas a reinatoresano@gmail.com.

«Ejecución en Irán» por Juan José Millás.

Ejecución en Irán. AP

Una ilusión óptica

No se les ve la cara, pero son como nosotros. Ocurre en Irán, pero el lugar no cambia nada. Los ajusticiados, en un momento solemne de la vida de cualquiera, murieron en chancletas.

He aquí una foto clásica de ahorcados. Decimos que es clásica porque se atiene con fidelidad a las reglas del género, la principal de las cuales es no sacar la cabeza, por si el ahorcado nos sacara la lengua. Además, de este modo uno se imagina la expresión del muerto como le da la gana, en función de sus necesidades sentimentales o venéreas. Ahora bien, si es duro enfrentarse al rostro de un difunto ajusticiado, más arduo resulta aún contemplar el de los vivos que asisten al espectáculo. Mírenlos ahí, en plan pánfilo, como el que se asoma a una puesta de sol. Por no faltar, no faltan ni los fotógrafos aficionados a los tópicos, de los que obtienen conmovedoras postales. Quizá lo que buscan los de los móviles en ristre es eso, una postal que enviarán a su novia o a sus padres, o con la que se masturbarán a escondidas.

Si esfuerzan un poco la vista, comprobarán que a la derecha de la imagen, en la casa del fondo, la vida cotidiana sigue su curso: hay una señora tendiendo la ropa en la azotea y un grupo de gente bajo una sombrilla, quizá tomándose un aperitivo. Ni siquiera los cadáveres colgantes han sido ataviados para la ejecución (momento solemne donde los haya en la vida de cualquiera) con sus mejores galas. Ahí los tienen, en pantalones de chándal y chancletas de andar por casa. Podemos hacernos la ilusión de que el drama ocurre en Irán, que nos cae un poco lejos, pero se trata de eso, de una ilusión óptica, pues por lejos que se encuentren, geográficamente hablando, las víctimas y los verdugos son seres humanos, lo mismo que nosotros.

El País.

«Oxígeno para vivir», el documental de Enrique Meneses.

Enrique Meneses por Mokhtar Atitar

Enrique Meneses, una vida de periodismo y aventura

El documental ‘Oxígeno para vivir. De la generación Mágnum a la generación 2.0’ hace balance del periodismo a través del trabajo de un insustituible testigo del siglo XX

«Yo siempre digo que tengo sangre de tinta… y un poco de güisqui». Con esta frase y con algo menos, por no decir nada, de alcohol, comienza Oxígeno para vivir. De la generación Mágnum a la generación 2.0 , el documental que ideó la periodista Georgina Cisquella con la ayuda del realizador Renato San Juan para «hacer memoria del periodismo de los últimos 50 años» a través de la carrera y la vida cotidiana del fotorreportero Enrique Meneses (Madrid, 1929).

El día de la muerte de Manolote en 1947, cuando ni siquiera había cumplido la mayoría de edad, Meneses escribió su primera noticia. Desde entonces no ha parado. «Yo sigo trabajando, no he dejado de escribir ni un día desde que tenía 15 años», cuenta en el salón de su casa de Madrid, sentado en su sillón de orejas, delante del ordenador, al lado de la televisión y con un móvil de última generación cerca. Porque desde hace siete años Meneses ha redoblado su contacto con la realidad a través de su blog y de las redes sociales. Pero para llegar a hasta este escritorio se crió primero por el mundo en busca de historias.

«Es la mejor representación del periodista que ha sabido adaptarse a los cambios tecnológicos asumiendo que el oficio sigue siendo el mismo», señala Georgina Cisquella. «Lo que más me fascinó cuando descubrí a Enrique fue su optimismo histórico y vital, su increíble memoria y lo más valioso para este trabajo, su capacidad para usar lo que ha vivido en el pasado para reflexionar sobre el presente».

Paul Newman por Enrique Meneses.

La periodista Rosa Jiménez Cano entra en el salón. «¿Qué te parece el nuevo Paris-Match?». «Es una mierda, se ha convertido en la revista Hola«. Hace más de medio siglo, la revista francesa mostraba las fotografías de Meneses en Sierra Maestra. La portada era la imagen de un rebelde empuñando un arma «solo importante para la publicación por el secuestro del piloto de carreras Fangio». Días después, aquel barbudo pasó a ser Fidel Castro, el líder de la Revolución Cubana al que Meneses siguió en su conquista de La Habana. 

El periodista se para ante una fotografía del Ché Guevara en la entrada de su casa. «Es un vintage sacado del original que Korda me dedicó en una visita a España». Una de las cientos de reliquias que acumula en su casa apiladas cerca de la chimenea, desbordando los estantes o poblando la pequeña biblioteca que hay pegada al salón. En un rimero de libros aparece el que su hija Bárbara escribió a los 15 años sobre su viaje por África. «Salí de Madrid con un equipo y siete millones de pesetas que me dio TVE para pagar la expedicion y así viajar por el continente con mis hijas Bárbara y Anne Isdabelle». En total 20.000 kilómetros, 112 días, una travesía de 11 países.

Variadas son las situaciones preñadas de historias en las que se ha visto Meneses: Sentado frente a Farah Diba, («la entrevisté en francés y al Sha en inglés, cada uno había recibido una educación»); hablando con el hijo de Martin Luther King («El día del discurso me acerqué a una mujer que lloraba. En 85 años nadie la había llamado señora y aquel día, un hombre blanco la empujó y se excusó diciéndola madam. Sus lágrimas me sirvieron para titular una pieza que luego mis jefes cambiaron»); corriendo por la avenida de los francotiradores en Sarajevo con el que el llama su redescubridor, Gervasio Sánchez.

El fotoperiodista aragonés es otro de los personajes que acompaña a Meneses en el documental. «Elegimos a periodistas como Manu Leguineche, Rosa María Calaf, Amalia Sanpedro y Gerardo Olivares no solo porque habían compartido parte de su vida con Enrique, sino porque la idea era crear un debate sobre el periodismo», explica Cisquella.

El oxígeno

Y entre memoria y memoria, el día a día. El oxígeno para vivir por culpa de un cáncer de pulmón del que ya «solo queda un centímetro». Las comidas preparadas, «alta cocina fácil de hacer». El cepillo en forma de hipopótamo rosa que guarda de cuando su hija era pequeña y que ahora usa para limpiar la cuchilla de afeitar.

Y los premios. Los reconocimientos a una vida dedicada al periodismo que su hija Bárbara le reprocha en una charla en Antequera. «Eres una emisora de radio que emite en una sola frecuencia. Siempre tratas de imponer tu visión del mundo», dice ella. En ese momento, se congelan los recuerdos. «Me puse muy triste. Georgina me dijo que si quería cortaría esta conversación, pero llevo toda mi vida defendiendo la libertad de expresión, no voy a censurar nada con 81 años».

El País.

Manifestación frente al obelisco en Washington D.C.

Os recuerdo que lo entrevistaremos en el mes de Marzo y podréis mandarle las preguntas que os parezcan. Aquí podéis ver un fregmento del documental.

Un vistazo a «Nací gay, nací así»

En la imagen un niño rubio sonríe feliz a cámara. Viste un mono de cuadros, tiene los brazos en jarras y la pierna delicadamente doblada. Hace cuatro años, su protagonista, hoy un adulto gay, la colgó en su perfil de MySpace y a uno de sus amigos de la red social, el dj y promotor musical Paul V., se le encendió la bombilla.

«Pensé, ‘sería estupendo hacer un libro con fotos de niños gais, donde las imágenes muestren que nacieron ya así al igual que los heterosexuales nacen heterosexuales», explica por correo electrónico el propio Paul, que reside en Los Ángeles y es reticente a decir a las claras su edad («puedes decir que tengo perpetuamente 33 años… más un tercio»).

«Hacer un libro es complicado, así que decidí empezar con un blog y que la cosa fuera rodando. Así podría verlo cualquier persona del mundo, especialmente los menores gais. La idea me rondaba, pero lo que me empujó a hacerlo de una vez por todas fue la tristeza y la rabia que sentí ante los recientes suicidios de jóvenes gais en Estados Unidos y el éxito de proyectos como It Gets Better -‘la cosa va mejorando’, una web en la que adultos gais intentan animar a menores que estén sufriendo por su sexualidad contándoles su propia experiencia-. Me pareció que el blog podría ayudarles a sentirse menos solos y a ver que esos sentimientos y experiencias que están viviendo llevan décadas existiendo. Así que empecé rogando a mis amigos gais de Facebook para que me mandaran su propia foto y su historia y de pronto la cosa explotó. ¡Como un tsunami!».

Paul lanzó el blog, borngaybornthisway (‘nací gay, nací así’), el domingo 9 de enero, hace dos semanas. A los tres días sumaba 60.000 páginas vistas. A los siete, más de 240.000. De momento, Paul ha subido 180 historias de personas que han colaborado mandando su foto y su relato. Le han llegado muchas más. Pero el éxito le ha desbordado.

Las fotos muestran a niños sonrientes disfrazados con vestidos y naranjas en los pechos o posando, con las rodillas cruzadas, camisetas de color rosa y un Pequeño Pony en el regazo, o con gestos de diva. También hay fotos de niñas a las que le gusta empuñar martillos, jugar con coches o al rugby. Entre los textos, breves y tiernos, hay relatos felices y también alguno triste, aunque siempre con un mensaje final positivo.

Hay relatos felices como el de Matt, de 42 años y originario de Virginia (EE UU), que envía una foto de cuando tenía seis años y posaba soñador y delicado: «Recuerdo esta etapa de mi vida como súper libre y feliz, con mucho potencial y creatividad. Me sentía querido y a salvo. Me daba cuenta de que era diferente de los demás niños pero lo vivía como un don, algo especial que me hacía ser tan… yo!». O casos como el de John, de 50 años y originario de Georgia (EEUU), que envía una foto de sus 5 años y el siguiente texto-revulsivo: «Así era yo antes de las mofas, del adoctrinamiento, antes de que me obligaran a hacer deporte, antes de la vergüenza (…). Desde que tengo memoria soy diferente. Ojalá pudiera encontrar algo de humor en esta imagen para embellecer mi relato».

«Nuestra sexualidad está predeterminada»

Aunque menos numerosos, también hay relatos de mujeres. Como Morgan, de 50 años, que envía una foto de cuando tenía ocho y le gustaba ponerse el uniforme de boyscout de su hermano. «Me encantaba, estaba lleno de bolsillos, con cinturón y corbata (…). Yo quería ir con él y escalar montañas. Pero me metieron en las girlscouts, con mi falda, haciendo cosas de chicas y vendiendo galletas. No duré mucho… Respecto al uniforme de mi hermano, me tuve que conformar con desfilar con él por casa. Cuando veo esta foto me acuerdo de lo natural que era para mí ser un chicazo. Me parece clarísimo que nuestra sexualidad está predeterminada y no es en absoluto una elección».

También escribe Samantha, de 23 años, y residente en la «Iowa rural», que envía una foto de cuando tenía dos años en la que sale empuñando un destornillador: «Siempre fui un chicazo. Pedí una caja de herramientas a los nueve años. En esta foto estoy ayudando a mis tíos y mi padre a montar mi propio balancín».

La inmensa mayoría de los relatos son de estadounidenses aunque también hay algún que otro foráneo. Como Javier, un andaluz que envía una foto de un veraneo y el siguiente texto: «Este soy yo con ocho años. Cada verano iba de camping con mi familia. Me encantaba y me gustaba especialmente estar en el vestuario de los hombres. Me tiraba horas viendo a los hombres de 40 secando sus cuerpos peludos».

El éxito ha cogido tan de sorpresa a Paul que todavía no le ha dado tiempo a escoger la foto que ilustre su propio relato, ocupado como anda administrando el blog. «Lo mejor es que todo el que lo ve, lo pilla», concluye el creador de este tierno homenaje a esos niños que crecieron sabiendo que eran diferentes.

El País.

Polémico calendario de Oliviero Toscani formado de pubis femeninos.

Protestas en Italia por un calendario de Toscani que enseña el pubis femenino

Un calendario publicitario compuesto enteramente por fotos de pubis femeninos, firmadas por el fotógrafo italiano Olivierio Toscani, ha causado una oleada de protestas en Italia, donde las feministas están haciendo campaña para impedir su publicación.

En el calendario, aparece cada mes un pubis diferente alternándose primeros planos de vellos rubios, castaños o pelirrojos.

«Quería quitar glamour a las tradicionales fotos de moda, donde las mujeres deambulan en tacones de aguja, llevando los labios pintados de rojo, y donde se muestra todo, excepto el triángulo femenino, el verdadero corazón de la seducción», ha explicado el fotógrafo.

Oliviero Toscani, el rey de la provocación, se hizo famoso por realizar polémicas campañas para el grupo Benetton durante los años 90.

El calendario fue encargado por un consorcio de empresario de curtidores de pieles, lo que también ha sido criticado por las organizaciones de mujeres. La Asociación Todas Libres considera que el fotógrafo hace un paralelismo entre el pellejo del curtido de un animal y la piel del sexo femenino.

Campaña contraria a la ética

Mientras Toscani insiste que sus fotos son un símbolo de la belleza natural, un grupo de feministas estima que la compaña es contraria a la ética. «Estamos escandalizadas por este enésimo ejemplo de cuerpos femeninos utilizados para hacer publicidad. ¿Es que Toscani sugiere que la esencia de las mujeres se encuentra en su sexo?», se pregunta Roberta Gavagna, de la asociación antiviolencia Artemisia.

No es la primera vez que el fotógrafo milanés, de 69 años, se sitúa en el ojo del huracán: en 2007, lanzó la polémica campaña contra la anorexia protagonizada por Isabelle Caro, la joven modelo anoréxica de cuerpo esquelético, que falleció el pasado mes de noviembre.

Pero, lejos de arredrarse ante las críticas, Toscani defiende con fuerza su último trabajo: «Hay muchos calendarios de mujeres sexys mostrando sus nalgas. Mis fotos no son diabólicas, sino que recogen una parte del cuerpo bella y sana», argumenta.

El calendario, que ya ha tirado 76.000 ejemplares, será distribuido con la versión italiana de la revista ‘Rolling Stone’.

Ante esta situación, el Consejo Municipal de Florencia, capital de la Toscana, ha votado esta misma semana por unanimidad una resolución para demandar al consorio de empresarios que retire el calendario.

«Estas imágenes conforman los estereotipos y es ofensivo reducir a las mujeres a su sexo», ha denunciado Maria Federica Giuliani, de la oficina de Florencia por la Igualdad de Oportunidades.

Un argumento rechazado por el consorcio de curtidores que se pregunta: «¿Es normal que las autoridades se preocupen de un calendario que no es nada vulgar cuando hay problemas mucho más graves en la industria del cuero?», afirma su representante Simone Remi.

«Nuestras sociedades cumplen todas las reglas ecológicas de salud y seguridad, pero debemos competir con sociedades que incumplen las reglas, hacen contrataciones ilegales y contaminan. ¿Es que eso no es un verdadero escándalo?», se indigna Remi.

Toda la carrera de Toscani ha estado rodeada de escándalos tras ilustrar las campañas publicitarias de Benetton con un hombre muriéndose de sida en 1992 o con condenados a muerte en EEUU (2000). Algunas de sus campañas han estado prohibidas en Italia, como una que mostraba a dos hombres besándose.

El organismo italiano de autorregulación de la publicidad ha emplazado a Vera Pelle a no hacer publicidad de ese calendario, que «constituye un ataque a la dignidad de la persona, ya que compara el cuerpo de una mujer con la piel de cuero».

El Mundo.

Martin Parr participará en la revista ‘Colors’

 

Martin Parr, sosteniendo una muñeca rosa de Albania que compró en 1989. Un souvenir comunista de su colección que ahora comparte con los lectores de Colors.

Martin Parr, coleccionista de lo bizarro

El fotógrafo se ha ganado la gloria retratando la miseria de los pobres y el derroche de los ricos. Ahora comparte su devoción por los objetos políticos con la revista Colors.

Martin Parr (Epsom, 1952) está en deuda con Margaret Thatcher. Gracias a ella comenzó su colección de parafernalia política. O, mejor dicho, gracias al odio hacia ella. «Todo empezó con un plato con su cara estampada. La detestaba, por eso lo compré. Me costaba creer que alguien coleccionara cosas relacionadas con ella, así que lo hice yo. El odio es un motor excelente, tan fuerte como la admiración, a la hora de emprender una colección», dice desde la apacibilidad de su hogar cercano a Bristol. Al célebre fotógrafo inglés no le gusta mucho extenderse en explicaciones sobre su trabajo y no lo oculta demasiado.

El hombre que hace unos pocos años declaró que «la riqueza es la nueva pobreza» y cambió el costumbrismo de las clases bajas y medias por sus series centradas en el lujo ha descubierto recientemente al mundo su faceta de coleccionista. «Me recuerdo así desde siempre. Ser fotógrafo es, de alguna manera, convertirte en coleccionista de tu propia memoria», argumenta. A recopilaciones infantiles de sellos, monedas, puzles, fósiles y nidos de pájaro le han sucedido otras: postales aburridas, libros de fotografía (se precia de tener una de las compilaciones más nutridas del mundo, con unos 12.000 ejemplares) o souvenirs políticos. Muchos de estos pasaron a formar parte de Parrworld, una exposición itinerante organizada hace dos años y medio. «Desgraciadamente, no hay planes para llevarla a España», especifica. En ella destacan sus objetos propagandísticos de la huelga de mineros de 1984 en Gran Bretaña («el yang de la Dama de Hierro»), sus 85 relojes de Sadam Husein («algo muy difícil de encontrar en estos días») o las Nike inspiradas en Obama. «Tengo alertas puestas en eBay sobre los temas que más me interesan», revela.

Parr participa junto con un montón de coleccionistas anónimos en el especial sobre el tema que acaba de editar Colors, la publicación de Fabrica (propiedad de Benetton). «Es una revista que me encanta. Sencillamente, me enviaron un e-mail y dije que sí». El fotógrafo asegura mantenerse alejado de Twitter y Facebook «porque no lo necesito. Si quiero contactar con alguien, le escribo un e-mail, y si me quieren encontrar, tengo una web estupenda».

Y su mujer, Susie, ¿qué tiene que decir de su afán por acumular? «Oh, desde que empezó la exposición está mucho más tranquila, ya no tengo casi nada en casa». Y en un gesto de perfecta sincronía marital, nos la pone un momento al teléfono para que explique en español el porqué de la afición de su señor esposo: «Es una debilidad humana». Cuando salgan estas líneas, Martin Parr estará camino a St. Moritz (Suiza) para continuar compartiendo sus debilidades con la gente pudiente en la copa mundial de polo.

Borja Bas, El País.

Entrevista a David Jiménez

Entrevista a David Jiménes

¿Por qué haces fotos?

Por muchos motivos. Porque disfruto. Porque me hace aprender. Transformar el mundo en una imagen me da la posibilidad de verlo de otra manera y de comprender algunas cosas, aunque no sepa muy bien cuáles.

¿Qué relación crees que tiene tu fotografía con la poesía?

Puede que bastante. Pero ¿qué es la poesía? Si es algo que hace vibrar algunas cuerdas interiores, entonces sí. Eso es lo que busco.

¿Cómo definirías tu fotografía en pocas palabras?

Si pudiera definir mis fotografías en palabras, aunque fueran pocas, creo que dejaría de hacerlas. Además, como mucho creo que sé qué fotografías he querido hacer en el pasado, pero no sé muy bien lo que estoy haciendo ahora, eso es lo que me hace seguir adelante.

Tanto en tu fotografía como en tu web, hay pequeños puntos que cobran una importancia esencial ¿Es algo intuitivo o lo haces por un motivo concreto?

Es algo más bien intuitivo. Pero supongo que cuando has trabajado bastante y te has reconocido de alguna manera en algunas imágenes, eso puede convertirse a partir de entonces en algo más consciente. Creo que eso es a la vez bueno y malo. Bueno porque puedes afinar algunas cosas. Malo porque si uno logra definirse a sí mismo y lo que hace, es fácil caer en la repetición de esquemas, y a mi modo de ver eso es lo peor que a uno le puede pasar.

Estudiaste Bellas Artes pero te centraste en la fotografía. Cuéntanos cómo te fuiste introduciendo en este campo. ¿Fue de una forma autodidacta o hiciste algún curso?

Fue bastante autodidacta, en cuanto que sobre todo he aprendido trabajando y buscando cosas por mi cuenta. Pero hice talleres con algunos fotógrafos que me hicieron aprender mucho.

¿El fotógrafo nace o se hace?

Creo que más bien se hace. Y normalmente tarda un tiempo en hacerse. Aunque lo más importante es la experiencia vital, de eso se nutre el trabajo fotográfico, y eso depende de cada uno.

¿Crees que es positivo la cantidad de escuelas y talleres que existen en este momento? ¿Crees que enriquecen o que de alguna forma uniforman la fotografía?

En general me parece bien. Depende de la escuela y del estilo docente que tenga. Creo que en ellas se pueden aprender algunas cosas, pero que la mayoría dependen de la búsqueda y el trabajo personal. Así que por mucha escuela que valga, depende sobre todo de lo que trabaje cada uno y de las ganas de experimentar y de buscar.

¿Es bueno centrarse únicamente en la fotografía o crees que buscar caminos alternativos la enriquecen?

Creo que todo lo que se pueda aprender de otros medios distintos es muy bueno. En mi caso, he aprendido mucho de la literatura, de la pintura, de la música, de la arquitectura, etc.. Eso no quiere decir que uno no pueda hacer sólo fotografías, o que haya que hibridar aquello con otra cosa. Cada uno tiene su camino y su modo de hacer.

¿Cuánto tiempo llevas dedicado a la fotografía? ¿Es muy difícil vivir de ella?

Llevo unos 20 años. Durante bastante tiempo haciendo trabajo personal y a la vez encargos, de los que he vivido bien. Ahora he reducido los encargos casi al mínimo y me dedico más a mis proyectos, y también a dar talleres. No creo que sea difícil, ni fácil tampoco. Quizá ahora hay más competencia que cuando yo empecé, eso lo hará seguramente más complicado. Pero lo importante es dedicarle mucha energía, tener muchas ganas, y disfrutar con ello. Si eso se da, se puede conseguir vivir de ello, estoy seguro.

Hace poco que te mudaste a Berlín. ¿Qué diferencias has notado en el panorama fotográfico de allí y el que tenemos en España?

En realidad me he trasladado una temporada a Berlin porque me gusta la ciudad, pero mi idea es estar en casa con mis proyectos y un poco lejos de todo. De momento casi no he tenido relación con ese panorama fotográfico, ni sé si lo tendré. Me interesa más el relacionarme con otro espacio, en todos los sentidos, creo que eso te construye y ayuda a ampliar la perspectiva.

¿Crees que los fotógrafos españoles deberíamos salir más al extranjero?

Cada uno debería hacer lo que desea. Si hay ese deseo, claro que sí.. ya digo, creo que es bueno cambiar de espacio. Las influencias distintas son siempre positivas, creo. En cuanto a promocionar el trabajo, también depende.. para el que tenga ambiciones en ese sentido será seguramente bueno, ya que el panorama en nuestro país es regular. Pero creo que es importante recordar que no es obligatorio tener esa ambición.

¿Trabajas siempre solo o colaboras con otros fotógrafos?

Hasta ahora, siempre solo. No soy muy dado a la colaboración en el trabajo creativo. Pero no digo que no lo hiciera.

En una entrevista, comentabas que estabas empezando a experimentar con la fotografía a color. ¿Cómo van los resultados? ¿Veremos pronto algo tuyo en color?

Sólo llevo tres años con ello.. es demasiado pronto. Aunque algo he enseñado en la web y en alguna exposición colectiva. Todavía estoy probando cosas. Mis plazos en el trabajo personal son bastante largos.

¿Cuándo estarás de nuevo en España para dar un curso o conferencia?

Seguramente daré un taller en Vitoria y otro en Granada en la primavera. Pero normalmente van apareciendo otras propuestas, todavía no lo sé.

Una cámara: una que no existe: el equivalente en digital de la Nikon FM2

Un fotógrafo: no puedo decir uno solo: Antoine d´Agata, Masao Yamamoto, Cristóbal Hara.. tantos.

Un consejo: No tener prisa por obtener resultados. Desconfiar de la idea del éxito comúnmente aceptada. Vivir intensamente. Ser valientes.

Una libro: Crónica del pájaro que da cuerda al mundo, de Murakami. El mismo mar, de Amos Oz.

Una fotografía: Me parece imposible decir una…

Pie de foto: ‘Abrazo en la azotea’ de Pietro Masturzo

Hice esta foto en Tehran el año pasado, después de las elecciones generales. Es parte de una historia que hice sobre las protestas en los tejados: cada noche, a las 10, la gente iba a las azoteas y gritaba eslóganes contra el régimen. Hacía treinta años, justo antes de la revolución, la gente había subido a esas mismas azoteas para hacer lo mismo.

A través de un contacto, conocí a un doctor que había vuelto a Irán después de vivir en Italia. Me invitó a cenar con sus amigos y, después de la comida, todos subimos juntos al tejado para unirnos a las protestas. Había una ambiente increíble. El doctor lloró y me dijo que yo era muy afortunado porque estábamos justo allí, viviendo un momento histórico.

Decidí trepar a la parte más alta de la azotea, cuando estaba a medio camino, me giré y vi al doctor y a su hermana abrazándose. Ella vivía en Canadá y hacía muchos años que no volvía a Irán, pero había vuelto para las elecciones. Fue un momento maravilloso, tuve que darme prisa para tomar la foto de ese instante.

La imagen está borrosa porque tuve que usar una larga exposición. Era de noche y no podía usar el trípode o el flash -los protestantes se ponían muy nerviosos de que los vieran en compañía de alguien con una cámara. Era de vital importancia que no fuesen reconocibles, de hecho, fue muy difícil convencerlos para dejarme hacerles fotos, aunque les explicase que nadie los reconocería en las fotos.

Me gusta esta foto en particular porque me encantó esa noche en los tejados. Había mucha emoción, y para mí, esta fotografía es casi una síntesis de aquel momento histórico que la gente estaba viviendo. Desde entonces, he recibido muchos emails de irnaníes dándome las gracias por mostrar sus protestas al mundo. Sigo manteniendo el contacto con la gente de la foto. Sé que están a salvo.

Original en inglés: Guardian

Citas: Man Ray

Nunca toco una cámara, como no lo hace un director de cine. La gente me pregunta: «¿Toma las fotografías usted mismo?» Siempre. Aunque otra persona apriete el botón, yo soy quien toma la fotografía. No se le pregunta a un arquitecto si él mismo ha hecho un edificio, ni a un compositor si interpreta su propia pieza.

Diálogo con la fotografía. Paul Hill/Thomas Cooper

Un vistazo a ‘La última cena’ de James Reynolds

La última cena de James Reynolds documenta la última comida que los condenados en el corredor de la muerte piden antes de ser ejecutados.

Louis Jones Jr. Cargos: rapto, violación y asesinato. Última cena: fruta variada (un plátano, una piña, un coco, un mango, una manzana, un kiwi y uvas).

Victor Feguer. Cargos: asesinato. Última cena: una aceituna negra.

Gary Mark. Cargos: robo con violencia y asesinato. Última cena: seis huevos duros, una hamburguesa y un café.

Más.