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Hazle una pregunta a Las Coleccionistas.

Las Coleccionistas es un estudio de fotografía de Barcelona formado por dos fotógrafas, Nuria del Moral y María Revuelta, que se atreven con todo. Dicen de sí mismas:

Entendemos la fotografía como el juego entre la luz y la emoción, como una forma de comunicación en su sentido más provocativo, que toca y conecta a la gente, pero también como una forma de participar, de conectar con quien tienes más cerca y de ayudarnos a encontrar nuevos significados e interpretaciones alternativas de nuestro entorno.

Una de las cosas que más me gustan de ellas (a parte de su nombre) es que son todoterreno. Me gustan sus fotos de moda.

Sus colgantes.

Me gustan sus cuadernos.

Y la forma que tienen de dar la bienvenida al otoño.

Tenéis hasta el domingo día 13 para preguntarles lo que queráis. Podéis hacerlo por aquí, por Facebook o mandármelas a reinatoresano@gmail.com.

Hazle una pregunta a David Jiménez.

Para presentar a David Jiménez no me voy a enrollar mucho, primero porque probablemente ya lo conoceréis y segundo, porque es uno de esos fotógrafos que necesitan muy poca presentación. Viendo sus imágenes, da igual lo que hayan escrito de él, las entrevistas que le hayan hecho, el curriculum que tenga o los libros que haya publicado.

Voy a llamarte,
y mi llamada atravesará los puentes,
los tejados,
la casa de al lado y la otra,
los cristales de colores,
el cielo con tormenta.

Como siempre, tenéis 7 días para enviar vuestras preguntas. Podéis dejarlas aquí, en Facebook o en reinatoresano@gmail.com.

Entrevista a Adrián Dominguez.

¡Aquí tenemos nuestra segunda entrevista! En este caso habéis mandado menos preguntas que a la anterior, pero como se la hice en persona me ha salido un poco más larga de lo que esperaba (es lo que tiene el directo). Además, he incluido al final las preguntas que contestó en la anterior entrada para que estén todas juntitas.  Lo dicho, espero que la disfrutéis.

Autorretrato, 2002.

¿Por qué haces fotos?

(Risas) Qué difícil… Porque me gusta.

¿Pero qué quieres? ¿Qué es lo que intentas con la fotografía?

No pretendo nada. Yo empecé a hacer fotos porque disfrutaba con el hecho de hacerlas. He estado muchos años sin que mis negativos viesen el papel…

¿No los positivabas?

Sí, pero no todo.

¿Sólo la hoja de contactos?

A veces ni siquiera eso. Me di cuenta de que con lo que disfrutaba era con el hecho de hacer fotos. No tenía la necesidad de verlas, aunque también aprendes a sacarle satisfacción a eso.

¿Un documento de lo que vives?

Sí, tiene una parte documental pero también tiene una parte autobiográfica porque al final esas imágenes están impregnadas de tus sensaciones, tus gustos, etc. Pero podría decir que sí, me considero “reportero”, hago fotografía documental.

He visto que en tu web tienes muchísimos retratos, te iba a preguntar si te considerabas esencialmente retratista…

En principio no me considero nada. Pero voy aprendiendo que a la hora de mostrarte hay que hacer las cosas conscientemente. A la gente le tienes que dar las cosas muy simplificadas, muy claras. En la primera época hacía más paisajes, luego me fui fijando en la figura humana.

¿Cómo surgió el viaje de China? ¿Fue un viaje que hiciste por placer o fuiste especialmente a hacer fotos?

Son dos cosas que se mezclan porque me gusta tanto viajar como hacer fotos. Surgió por casualidad, nunca había estado en Asia y me apetecía, un amigo se fue a trabajar a Shanghai y una vez que se estableció, fui a visitarlo. Así podía involucrarme más en la forma de vida de allí y no como mero turista.

¿Hablas chino o ibas con un intérprete?

Ni hablo chino ni iba con intérprete. (Risas)

¿Y cómo lo hacías a la hora de acercarte a la gente para fotografiarla?

Cuando fotografío la comunicación no es verbal.

¿La gente de allí se deja fotografiar fácilmente?

Por lo general sí. Siempre te encuentras gente que se incomoda y que no quiere, como en cualquier lado. Pero en ese sentido, estaban acostumbrados a la cámara, no le tienen miedo. A pesar de ser una cultura muy profunda de sabiduría, filosofía y mística, no le tienen ningún prejuicio a la cámara, como que roba el alma y esas cosas.

En el trabajo de los intocables, tienes fotos de los más grandes de la fotografía de este país. ¿Los conoces, son colegas o te pones en contacto con ellos para hacerles el retrato?

No, no los conozco. Ninguno es de mi generación. Les estoy conociendo a raíz de este trabajo. Con algunos tengo más afinidad y me los he encontrado otras veces y con otros sé que no nos volveremos a ver en la vida.

Es un trabajo que me planteé yo. Lo hago sin prisa pero sin pausa. Los intocables puede abarcar a más gente que no sean Premios Nacionales pero ésa fue la idea original. Hay 17, ayer se lo dieron a José Manuel Ballester, y de ellos 2 han muerto, hasta la fecha llevo 8…

¿Quién es tu intocable favorito?

Nunca he sido fanático de nadie. Y desde el principio quería tener las menos influencias posibles. No compraba libros de fotos o si iba a exposiciones (que eran contadas) no me quedaba demasiado. Me quedaba sólo con la primera impresión. Con el tiempo, a medida que iba conociéndome como autor, sí me iba reconociendo en ciertos autores con los que tenía afinidad.

Un tío que me encanta y con quien aluciné cuando lo vi fue Luís Baylón. Alix es un autor que me gusta. Lo considero uno de los que más envidio porque ha conseguido trasladar su interior a sus fotografías, es su mundo… (lo reconoces enseguida) y es una sensación que no me dan muchos fotógrafos. Ramón Masats también me gusta mucho. Aunque yo creo que si me parezco a alguien es a Luis Baylón.

Masats decía que la literatura influía muchísimo en la forma de mirar. En que se nota mucho en una fotografía si su autor lee o no. ¿Qué piensas de eso?

La fotografía la puedes ver como un don o una pasión. En la fotografía te desprendes un poco de todo para ser tú mismo. De hecho si metes a cinco fotógrafos en esta habitación cada uno puede sacar mil fotos diferentes y ahí está lo interesante.

¿Entonces crees que la literatura puede influir en tu forma de mirar algo?

Creo que puede influir en la estética, en cómo la configures. Por la información, los detalles, las metáforas,..

¿Estás más interesado en la carga estética de una fotografía o en la historia que cuenta?

Lo que yo siento por una foto que yo he hecho, es muy difícil que se acerque a lo que puedas sentir tú porque yo tengo mucha más información. Cuando hice esa foto, estaba allí con todos mis sentidos. Sabía lo que pasaba alrededor, cómo olía, qué colores había, qué ruidos, cómo me sentía, qué pasó antes, después… Tengo una información de la que el espectador carece cuando ve esa misma fotografía. Hay que aprender a mirarse desde fuera para encontrar esa armonía.

También es verdad que en la fotografía callejera, la técnica pasa a un segundo plano porque no puedes mover el Sol o cambiar a las personas de sitio, ni el gesto,… Así que depende de la situación, hay momentos en los que las condiciones lumínicas no son favorables pero el momento te parece increíble…

¿Una imagen vale más que mil palabras?

Y una imagen puede definirse con más de mil palabras.

¿Hay alguna foto que te hubiese gustado hacer y no pudiste?

Claro que sí, muchísimas. Pero de eso también aprendes. Si vas por ese camino dejarías de hacer fotos (te frustrarías). No puedes fotografiarlo todo. Al principio, me castigaba un poco por no ser lo suficientemente rápido… Pero hay que calmarse. El mundo está lleno de fotos e incluso ahora podría estar haciendo la foto de mi vida pero al final se trata de disfrutar cada cosa en su momento.

Para mí, la fotografía personal me tiene que apetecer. Muchas veces me fuerzo pero cuando realmente salen cosas es cuando no las piensas demasiado y las haces porque te apetece. Además también depende mucho tu estado de ánimo a cómo veas las cosas: hoy esto te puede parecer horroroso y mañana alucinante.

¿Qué fotos te quedan por hacer? ¿Qué te gustaría fotografiar?

El mundo. Me gusta viajar y hacer fotos, así que eso sería mi sueño. Pero ninguna en concreto.

Vuestras preguntas:

Paloma López: Me gustaría preguntarle ¿en qué se fija y qué le llama la atención de un determinado personaje a la hora de fotografiarle, está claro en muchas de sus fotos que no es la belleza física, es algo intuitivo, algo que le provoca algún sentimiento personal?

Como bien dices son personas que me llaman la atención por su aspecto o carisma… Y más que ideales convencionales de belleza me rijo por inquietudes personales en cuanto a lo que reconozco, lo que me atrae o lo que no entiendo…

Elías: Quisiera aprovechar, para que nos hablara un poco de su técnica, y su forma de cazar a la gente.

Me considero autodidacta aunque no por ello he dejado de enriquecerme del saber de otras personas. En cuanto a la técnica me gustaría citar a dos colegas: José Latova, con el que trabajé varios años en el campo de la arquitectura y las colecciones de arte. Con él aprendí la precisión en la medición de la luz (y saber esperarla), la temperatura de color, leyes ópticas, iluminación… Y José Frisuelos que además de mimar mis originales me ha enseñado algún truquillo en el procesado de blanco y negro…

“Siempre se dice que un fotógrafo es un cazador de imágenes; esa es una imagen adulona, un poder viril adquirido. En realidad ¡somos pescadores con anzuelos y cordeles!” Robert Doisneau.

Pepe Saura: Puesto que, según afirmas, el ciclo se cierra al enseñar las fotos ¿No piensas que Internet es un sitio como otro cualquiera para exponer las fotos en las mejores condiciones?

Has tocado un tema interesante…
Creo que internet es una gran plataforma para presentar tus trabajos, aunque desde mi punto de vista hay que tener cuidado, porque las nuevas tecnologías nos incitan a valorar las cosas sin verlas como son realmente… Las fotografías hay que tocarlas, sentirlas, olerlas…

Para acabar unas cuántas rápidas:

Una foto: Una foto de mi madre.

Un fotógrafo: Baylón.

Un consejo: Amor y paciencia. Quien quiera hacer fotos que se fije en si le gusta y lo disfruta, que se dedique profesionalmente a ello o no es lo menos importante.

Una meta: A veces sueño con vivir de mi obra personal. Pero me suelo marcar metas a corto plazo.

Una cámara: No soy muy fetichista en ese sentido. Tengo varias cámaras. Te podría decir la primera por ser la primera, pero era malísima…. Si te tengo que decir una te diría esta misma que tengo ahora. ¿Por qué? Porque es la que tengo ahora (risas) No descartaría ninguna. Me quedaría con todas.

Muchas gracias.

Gracias a ti.

Su web.

Entrevista a Carlos Álvarez.

Aquí está nuestra primera entrevista 🙂 Espero que os guste y que hagamos más como ésta. La siguiente ya sabéis que será a Adrián Dominguez.

Miguel Tejero: ¿Por qué haces fotos?

 

Imagino que por el placer que me da. Por la emoción. También porque me libera. Es una forma de reventar por algún lado, y expresar cosas que no sabría transmitir de otro modo y como lo llevo haciendo desde pequeño supongo que es un lenguaje que forma parte de mí.

Tamara: Se dice siempre que «una imagen vale más que mil palabras» pero, ¿qué significa para ti la fotografía si lo tuvieras que resumir en una sola frase?

 

Es una bonita frase aunque siempre depende de las palabras y de las imágenes. Una solo frase de Dylan lleva muchas imágenes potentes dentro.

Diría que las fotos son los ojos de un narrador que cuenta historias.

 

 

Tamara: Yo creo que la forma de mirar-observar nuestro entorno cambia si llevamos entre las manos una cámara o no. Ahora bien, ¿en qué momento, o mejor dicho, qué te hace pensar que una determinada imagen-escena-situación puede ser una buena foto?, ¿cuánto hay de intuición y cuánto de conocimientos técnicos?

Llevar una cámara encima desde luego que te obliga a mirar de otra manera. La cámara pesa y uno no la lleva porque sí.

Por lo general, previsualizo o imagino la escena antes de fotografiarla. De modo que cuando miro por el visor ya se a donde quiero llegar. Mis fotos son sencillas así que la técnica no tiene un papel brillante en el proceso.

Yo apuesto todo a la intuición, me muevo por impulsos. Con los años, uno adivina el partido que le puede sacar a cada situación y vas más al grano. Todos sabemos a que bares hay que ir para escuchar buena música, supongo que es algo así.

 

Susana: ¿Dónde te formaste como fotógrafo?

 

Durante años estudié en la escuela española de fotógrafos y posteriormente hice seminarios, talleres y masters en distintos lugares… aunque no creo que sea muy importante la formación académica, la fotografía se aprende cada día en nuestra vida cotidiana, soy un poco escéptico respecto a los títulos.

Si te interesa la fotografía comercial y necesitas conocer ciertas pautas fenomenal pero para el resto creo que tu ombligo sabe más que los demás.

 

Susana: ¿Qué equipo utilizas: cámaras, objetivos, flashes…?

 

Casi todo lo hago desde hace tiempo con Canon 5D; también tengo cuerpos de 6×7, telemetricas… Polaroid 1200si, Land 250…  aunque en realidad no soy ningún enamorado de los cámaras, solo me preocupan las lentes y hay procuro tener el mejor 85mm, 50mm, 20mm que me pueda permitir. No suelo utilizar flash en cámara, si acaso utilizo la octa de Elinchron o un anular chiquitito que me resulta muy divertido.

Miguel Tejero: ¿Cuáles son tus autores de referencia?

Como referencia y brújula, Alberto García-Alix, sin duda. Actitud, compromiso y brillantez.

Después disfruto mucho con los trabajos de Anders Petersen, Antoine D´Agata, Robert Frank, Paulo Nozolino… y a veces con William Eggleston y Lee Friedlander. También me gusta lo que hacia Annie Leibovitz en los 70…

Joselu: No sé si me equivoco pero pareces preferir el formato tradicional frente al digital. Polaroid manifestó su deseo de dejar de producir película… ¿Son importantes estas cosas en tu trabajo, o el mundo que representas en sus imágenes tiene perfecta plasmación en formatos digitales y por tanto no tiene importancia esta cuestión para ti?

Actualmente, en película solo disparo con Polaroid. Es una cuestión de romanticismo. Me gusta saber que la foto ha sido parida insitu y que conserva en olor del lugar donde se hizo. Si tenia las manos grasientas de comida en aquel momento, la grasa permanece ahí…

Desde hace no mucho se puede volver a comprar película nueva para Polaroid ya que han comenzado a fabricarla otra vez en The Impossible Project

Respecto a si son definitorios o no los formatos digital o analógico, diría que no. Para mi lo único que importa es la foto. Si transmite o no. Al fin y al cabo todas las cámaras tienen el mismo cometido.

Cuando escuchamos música no nos planteamos si los músicos han grabado de esta manera o de la otra, simplemente si nos gusta o no… nadie defendería a una canción por el mero hecho de estar grabada en analógico…

 

Susana: ¿Retocas tú mismo las fotografías o tienes algún asistente?

He tenido asistente pero creo no necesitar esa figura, tengo colaboradores. Es decir, para trabajos comerciales grandes echo mano de mi retocador de confianza pero para mi obra lo hago yo todo, ya que solo tengo que optimizar para imprimir en laboratorio y poco más…

 

Neus Villar García: En Where dreams end, me ha parecido que eran contactos, ¿utilizas película? Si fuera así, ¿qué tipo de película para poder lograr esos colores?

 

En ese proyecto si que utilicé película. En concreto Kodak VS 100 ISO forzado un paso. En el resto son fotografías digitales.

 

 

Sottoacqua: En Complete before leaving, nos muestras una imagen de Las Vegas muy diferente a la que solemos estar acostumbrados. ¿Es la sensación que realmente te transmite la ciudad o has decidido fotografiar las afueras para mostrar ese otro lado no tan conocido?

 

En realidad es una metáfora acerca del amor perdido. La ciudad de Las Vegas como icono de luz y el artificio, hace las veces de la fogosidad del amor y los objetos-escenas que fotografío están de espaldas a esto. Perdidas en el desierto, o bien abandonadas pero mostrando el reflejo de la ciudad desde su postura de abandono.

 

Sottoacqua: ¿Cuál es tu fotografía favorita y por qué? 

 

Pues es una fotografía sencilla de prensa pero me encanta. En 2008 encontraron dos esqueletos en un yacimiento de la ciudad italiana de Mantua. Se trataba de un matrimonio al que enterraron juntos y han permanecido abrazos bajo tierra desde el neolítico, hace 6000 años…  un acto poético memorable.

Enrico Pajello (Reuters)

 

 

Joselu: ¿Qué tal es la experiencia de la “autoedición” de sus trabajos y cómo está encajando en el mundo editorial que tenemos?

Francamente positiva. Es algo que siempre había querido hacer. Hace poco Jaji Iglesias (amigo y escritor) y yo montamos Ediciones Sin Amor, nuestro propio sello, a través del cual editamos libros de fotografía, literatura y otras artes.

Creo que es muy enriquecedor ya que te obliga a dominar ciertas tareas que desconocías pero que a la vez te hacen mejorar en el resultado final de la obra.

Procuramos ir paso a paso y encontrar nuestro espacio. De momento estamos teniendo muy buena acogida aunque lejos de los grandes circuitos de distribución…

 

 

Sebas: Soy un modesto aficionado a la fotografía que lleva unos cuantos años siguiendo tu trayectoria y he tenido la oportunidad de asistir a algunas de tus exposiciones en distintos puntos de España. He podido observar como tu obra ha ido cambiando a lo largo de los años y me gustaría hacerte tres preguntas al respecto: ¿Cómo vive el artista estos cambios en su obra a lo largo del tiempo? ¿Los cambios se producen de forma progresiva o son más bien radicales? ¿Hay algún hecho, acontecimiento o motivo que haya precipitado estos cambios en tu obra?

 

Es una buena pregunta. Cada día, cuando me levanto soy una persona y cuando me acuesto, otra distinta. Aun soy joven e imagino que la obra de cada uno va madurando a su lado.

Supongo que si se pueden ver ciertos cambios con el paso del tiempo pero creo que la esencia sigue siendo la misma. Ya no siento las mismas cosas que cuando tenia 20 años y tampoco tengo los mismos hábitos, llevo más heridas en el lomo y en consecuencia mis imágenes cambian.

 

Si por otra parte, te refieres a la presentación de las ultimas exposiciones. Si es cierto que me he salido del montaje tradicional para procurar ser consecuente con lo que se muestra. No olvido los materiales de conservación y todo eso pero si intento dar un plus con información y fetiches…

Ángela Álvarez: En tus fotos parece que siempre estás lejos de casa, ¿crees que es necesario viajar fuera para hacer buenas fotografías?

No lo creo en absoluto, yo me dedico a relatar mi vida, estar lejos de casa es solo una opción, como ir al bar con los amigos. Yo hablo de lo que veo y de lo que siento o padezco, sin cámara iría a los mismos lugares y haría las mismas cosas. No es necesario viajar para beber buen vino.

Susana: ¿Cómo te financias los viajes? ¿Vives de la fotografía o tienes otros trabajos?

 

Financio los viajes con lo que va sobrando de las ganancias; desde la adolescencia me dedico a la fotografía y una cosa ha ido alimentando a la otra. No tengo hijos que alimentar, ni coche que mantener, ni hipoteca así que hasta el momento me manejo con cierta libertad.

 

 

Susana: ¿Haces fotos siempre solo o a veces vas acompañado?

 

Generalmente las hago solo, me permite estar más fino en ciertos aspectos. Cada uno tiene sus formulas. Disfruto mucho de la soledad y tengo tendencia a distraerme cuando estoy acompañado.

 

 

Sottoacqua: ¿Qué te impulsa a emprender un nuevo proyecto? ¿Buscas un tema o simplemente lo encuentras?

 

Normalmente  el germen de los proyectos surge de forma espontánea. Después lo maduro, pienso mucho acerca de una idea e investigo distintas vías antes de empezar con algo. Los libros y los discos que escucho me llevan a muchos sitios. Siempre he encontrado claves en otras artes que actúan como detonador, después me sumo yo.

 

 

Susana: ¿Cómo compaginas tu vida profesional (en cuanto a viajes se refiere) con tu vida familiar, de pareja y amigos?

 

Pues casi casi haciendo piruetas, siempre hay momentos en que tienes que renunciar o bien al dinero o  bien a viajar y eso es lo más difícil. De momento las cosas van saliendo…

Por otra parte, cuando comienzas a pasar cierto tiempo fuera algunas cosas terminan por resentirse, tal vez todas menos las amistades.

 

 

Sottoacqua: ¿Qué consejo les darías a los fotógrafos que están empezando?

 

Que miren mucho para dentro y no demasiado para fuera. La técnica fotográfica se puede aprender en una tarde pero una mirada tarda más tiempo en definirse, así que cuanto más personal y propia sea la nuestra, con más fuerza y argumentos podremos defenderla y más se distanciara del resto.

También recordar que el equipo es la parte menos importante de todo, simplemente es una herramienta. Para hacer fotos basta con tener ojos y memoria, nada más.

 

 

Sottoacqua: Pregunta casi obligada: ¿sueles leer blogs de fotografía? ¿Cuáles?

 

Suelo seguir los blogs de amigos fotógrafos pero no son informativos, me gusta mucho este, esta muy elaborado y tiene información de mucho interés.

 

 

Sottoacqua: Muchas gracias.

 

Gracias a ti, ha sido un placer.

Su web.

Hazle una pregunta a Carlos Álvarez.

Los que nos seguís en Facebook ya sabréis de qué va el tema, a los que no, os lo cuento en un plisplás. Cuando fui a Entrefotos, estuve charlando con unos cuantos fotógrafos que tenían su obra expuesta y se me ocurrió que estaría bien que pudiéramos entrevistar a algunos de ellos para el blog. Seleccioné a los que más me gustaron, les escribí y aquí está el primero, Carlos Álvarez al que le podéis mandar todas las preguntas que queráis. Os lo presento un poco:

Where dreams end

Carlos es un joven talento que con tan sólo 13 años empezó a tomarse la fotografía «en serio» y a los 16 ya publicaba sus primeras fotos. Se fue a Madrid a formarse y mientras tanto trabajaba como fotógrafo de moda, arquitectura, reportajes, etc.

Además de fotógrafo, ha creado, junto a Jaji Iglesias, su propia editorial llamada Ediciones Sin Amor en el que editan «libros de artista, libros de fotografía, libros de literatura, de pintura… híbridos, con la única premisa de que los artistas sean de nuestra comba». Y entre ellos, editan por supuesto sus propios libros. Jaji pone los textos y Carlos, como no, las fotografías. Así han publicado ya Vómitos de vida y Wisky con tila.

Sandstorm, desierto de Arizona.

Recientemente ha publicado su último libro, titulado RUN, que es una recopilación de fotografías polaroid tomadas a los largo de la última década en sus viajes alrededor del mundo y que va desde una tormenta de arena en Arizona hasta la vista desde la ventana de su casa.

Where dreams end, California, 2006.

Where dreams end es un proyecto realizado en 2006 en un viaje a través de la costa californiana. Son imágenes tomadas de madrugada, que es cuando a Carlos más le gusta fotografiar, caminando solo por las calles o a través de la ventanilla del coche. Todas ellas están hechas a través de una «barrera» ya sea, una ventana, una verja, etc.

Complete before leaving

En Complete before leaving, Carlos Álvarez nos muestra la otra cara de Las Vegas, la menos conocida, apartada de las luces de neón, los casinos y el glamour. En Arteinformando dicen de este trabajo:

Desde el otro lado, desde el lado del perdedor que abandona la rutina de los neones y los casinos para adentrarse en la realidad más cruda de Las Vegas, constituye el lugar desde el que dispara Carlos Álvarez, como captando el rastro y las huellas de una visión de Las Vegas que aunque parezca artificial, lleva los sentidos a flor de piel.

The wound behind the door.

Y The wound behind the door, quizás uno de sus trabajos más inquietantes, nos muestra una galería de su paso por moteles: camas deshechas, las vistas a través de sus ventanas o sus puestas entreabiertas, paredes cubiertas de papel pintado… Carlos lo describe como: «Un peregrinaje por pensiones de mala muerte, arrastrado por la el desamor y la bebida e impregnado de la literatura de Charles Bukowsky, Leopoldo María Panero, Luis García Montero (Habitaciones separadas), sobre todo Dylan…» El crítico e historiador de arte Pablo Flores escribe sobre este trabajo:

Cuesta recordar los viajes. Más si éstos son sólo una sucesión pasiva de acontecimientos. En ocasiones las fotografías actúan como memoria de lo que sucedió. Pero parece que éste no es el caso de Carlos Álvarez.. Más que como recuerdos, sus fotografías parecen abrirse paso como reminiscencias o huellas de un camino aún por trazar. No hay viaje sin su fotografía. La fotografía es directamente el viaje. No hay nada en sus fotografías que aluda de forma directa al viaje. El mero hecho de estar o recorrer – una secuencia temporal que avanza y retrocede, del día a la noche – impulsa la imagen. Visiones silenciosas y desérticas, sudorosas, cansadas y hasta claustrofóbicas, alteradas por algún que otro oasis de autorretratos – que constata la existencia del fotógrafo – denotan la desidia propia de un viaje sin rumbo.

 

Pues esto es todo, espero que os haya gustado y que tengáis un montón de preguntas que hacerle. Dejaré una semana para que las enviéis, podéis dejarlas aquí, en Facebook, o mandármelas por email (reinatoresano@gmail.com). Estará esto abierto hasta el próximo domingo (10 de Octubre) 😉

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